viernes, enero 25, 2008

Nº:107 - FSM: llega el otro Davos

FSM: llega el otro Davos
Manoel Santos

El otro Davos, así definió hace ya un tiempo François Houtart a la convergencia de resistencias al neoliberalismo que surgió en 2001 con el primer Foro Social Mundial, celebrado en Porto Alegre. Desde entonces, cada enero una marea de movimientos sociales de todos los rincones del planeta responden a la llamada del Foro para oponerse a la visión ultracapitalista del orbe que imponen los poderosos, cuya máxima expresión tiene lugar en el Foro de Davos. En 2008 el Fórum Social Mundial no tendrá eventos centralizados como en otros años anteriores. Estará compuesto por centenas de actividades organizadas por movimientos, grupos y redes en sus lugares de actuación, que culminarán en un Día de Acción Global el 26 de enero. Pero el mensaje no ha cambiado ni un ápice: otro mundo es posible.

LA LLAMADA

“Somos millones de mujeres y hombres, organizaciones, redes, movimientos y sindicatos de cada rincón del planeta, aldeas y regiones, zonas rurales y centros urbanos de todas las edades, pueblos, culturas y creencias unidos y unidas por la firme convicción de que OTRO MUNDO ES POSIBLE. Con toda nuestra pluralidad, diversidad y riqueza de alternativas y propuestas luchamos contra el neoliberalismo, la guerra, el colonialismo, el racismo y el patriarcado que generan violencia, explotación, exclusión, pobreza, hambre, desastre ambiental y negación de los derechos humanos. Llevamos muchos años de resistencia y de construcción de procesos innovadores, de nuevas culturas de organización y acción, de lo local a lo global; en particular, desde el proceso y la Carta de Principios del Foro Social Mundial del cual emerge esta llamada”.

Con este llamamiento millares de organizaciones sociales del mundo se comprometían a organizar una Semana de Acción que culminará en un Día de Movilización y Acción Global el día 26 de enero del 2008, el formato escogido para sustituir este año 2008 al Fórum Social Mundial –FSM.

La decisión, polémica para algunos, que la interpretan como una señal de debilidad del FSM, tomó forma después de la reunión del Consejo Internacional del FSM, que tuvo lugar a última semana de octubre en Belem (Brasil). Más de 100 representantes de movimientos y entidades llegados de cuatro continentes trazaron estrategias y discutieron las articulaciones locales y globales para el próximo FSM.

Al contrario de las ediciones anteriores, el FSM de 2008 no tendrá pues eventos centralizados, sino que estará compuesto por docenas de actividades organizadas por movimientos, grupos, redes y entidades en sus lugares de actuación, siguiendo agendas propias, pero relacionadas con la construcción de “otro mundo posible”. La propuesta es realizar una semana de movilización internacional, llena de debates, eventos culturales, intervenciones artísticas, marchas, protestas, acciones directas, encuentros y otras formas de manifestación que culminen el Día de Acción Global del 26 de enero.

La reunión de Belem trazó algunas estrategias para que la jornada de movilización internacional potencie las acciones locales, integrándolas en la red de resistencia y construcción de alternativas al Fórum Económico de Davos, la reunión de las potencias capitalistas que tiene lugar el mismo día en Suiza.

La dirección www.fsm2008.net, que ya se dio a conocer a través de un llamamiento internacional, será la puerta de entrada al proceso de comunicación. La herramienta está sirviendo para que cualquier grupo, entidad o movimiento pueda registrar actividades en cualquier parte del mundo. Durante la semana del 26 de enero, el portal también servirá para la cobertura multimedia de las actividades que se estarán realizando. La estructura de comunicación también contará con la transmisión vía satélite de las actividades en diversas partes del planeta.

El encuentro también sirvió para presentar las primeras iniciativas incluidas en las agendas de los movimientos presentes y para iniciar el proceso de movilización para el FSM 2009, que tendrá lugar en la capital del estado de Pará. Se escogió esta ciudad para el Fórum del 2009 por ser una de las puertas de entrada de la región amazónica y recordar varios temas relacionados con el FSM, como el cambio climático, la biodiversidad, el colonialismo, la diversidad cultural y étnica, el militarismo y las diversas formas de relación entre el trabajo y la producción –de la extracción de subsistencia a la industria tecnológica.

OCHO AÑOS DE FÓRUM SOCIAL MUNDIAL, EL CAMINO COMÚN PARA GLOBALIZAR LAS RESISTENCIAS

Según Chico Whitaker, autor de O desafio do Fórum Social Mundial. Um modo de ver (Edições Loyola, São Paulo, 2005), la idea de organizar un FSM nació de Oded Grajew, brasileño dedicado a la promoción de la responsabilidad social empresarial, que vio la necesidad de complementar las grandes manifestaciones de masas contra la globalización neoliberal con una nueva etapa propositiva en la que se debían buscar respuestas a los desafíos de construcción del “otro mundo”. La idea fue presentada a Bernard Cassen, director de Le Monde Diplomatique, y enseguida una serie de entidades, siete brasileñas –incluido el Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra– y ATTAC, le dieron forma. Escogieron Porto Alegre, referente mundial de la democracia participativa, como lugar de celebración y también las mismas fechas –enero de 2001– en las que se celebraba el Foro Económico de Davos, con lo que consiguieron una importante repercusión mediática.

El éxito del primer FSM sorprendió hasta a sus organizadores. Se esperaban 3.000 personas y reunió a más de 20.000. Unos meses después nacía la Carta de Principios del FSM, que serviría de base para la organización de los foros que vendrían. Dicha carta define el Foro como un espacio abierto –no es pues un movimiento, sino un lugar de encuentro– para intensificar la reflexión, realizar un debate democrático de ideas, establecer el libre cambio de experiencias y articular acciones eficaces por parte de los movimientos sociales opuestos al neoliberalismo.

La gran novedad era su carácter global como proceso permanente de búsqueda y construcción de alternativas; su horizontalidad, con actividades autogestionadas y autoorganizadas; y sobre todo que no pretendía ser una instancia de representación de la sociedad civil mundial, de manera que rompían con las jerarquías. Nadie está autorizado a manifestar, en nombre del FSM, posiciones que puedan ser atribuidas a todos sus participantes, pues sería imposible representarlos la todos. Al igual que no tiene dirigentes tampoco tiene un documento final, aunque muchas de las organizaciones que en él participan sí emiten comunicados y conclusiones de las reuniones. Esto despista mucho a los poderosos, que no están acostumbrados a enfrentarse la un enemigo sin representación formal.

Desde esa primera experiencia el FSM no hizo más que crecer. Por todo el mundo se organizan además multitud de foros regionales y sectoriales –europeo, asiático, mediterráneo, pan-amazónico, de la educación, de las migraciones– y el FSM anual. Como símbolo de oposición al neoliberalismo mundial siempre se hace en enero, coincidiendo en lo posible con Foro Económico Mundial de Davos. En 2004 salía por primera vez de Porto Alegre, a Mumbai (India); en 2006 sería policéntrico, celebrándose en Caracas (Venezuela), Bamako (Malí) y Karachi (Pakistán) y en 2007 aconteció en Nairobi (Kenya). Después del Día de Acción Global del 26 de enero de 2008, en 2009 recuperará su formato original para celebrarse en Belem del Pará.

En estos años el propio foro fue evolucionando desde la denuncia de lo que acontecía en el mundo al estudio de los mecanismos por los que el neoliberalismo es una amenaza real y desde el planteamiento de propuestas alternativas a las estrategias necesarias para llevarlas a cabo.

El FSM está organizado por un Consejo Internacional que no dirige, sino que propone la sede y cataliza millares de actividades en forma de talleres, conferencias y seminarios autoorganizados y autogestionados por las agrupaciones participantes –entre las que impera el principio de la corresponsabilidad– mediante consultas previas –más que nada por internet– y alrededor de ejes temáticos (sostenibilidad ambiental, papel de las trasnacionales y organizaciones internacionales, deuda externa, control de los capitales financieros, precariedad del trabajo, problema de los refugiados, derechos de los pueblos indígenas, democratización de los medios de comunicación, soberanía alimentaria, etc). Ninguna actividad tiene más importancia que otras y las únicas exigencias que se autoimponen son la no violencia, el respeto al medio ambiente y la pluralidad y claro, la lucha contra el neoliberalismo como objetivo.

A pesar de que el altermundismo es mucho más que el FSM, pues hay organizaciones que desconfían ora de su orientación ora de los miembros del Comité Internacional, este sirve de alguna manera como centro catalizador, como aglutinador de las experiencias alternativas que van surgiendo en el seno de los militantes altermundistas y, por tanto, es un fabuloso termómetro del estado del movimiento y también de su antítesis, el ultracapitalismo. Como dice el profesor Boaventura de Sousa, el FSM no es simplemente un evento, ni una conferencia académica, ni una internacional de partidos –los partidos políticos y organizaciones militares no pueden participar–, ni un movimiento social. Ni siquiera tiene una ideología definida. Es, simplemente, una lucha contra la globalización neoliberal que da voz a los de abajo, una asamblea de las gentes del planeta, o, como lo definió Ramonet, puede que sea, o puede llegar a ser, el parlamento de los ciudadanos de la Tierra.

LA REUNIÓN DE DAVOS

La reuniuón de poder de Davos (Suiza) tendrá lugar entre lo 23 y 27 de enero. Durante más de tres décadas, el Foro Económico Mundial anual es una plataforma para que los líderes políticos y financieros configuren lo que ellos llaman la agenda global. El foro junta a dirigentes de empresas, gobiernos, medios de comunicación y algunos invitados del mundo académico, de las artes y de la sociedad civil, sobre todo de algunas grandes ONG. Según el Foro, de cara al futuro se hace evidente que la complejidad, los intereses en competencia y la escasez de recursos siguen siendo las mayores trabas para el progreso. La reunión tendrá como copresidentes, entre otros, a Tony Blair, James Dimon (Presidente de JPMorgan), Henry Kissinger, Indra K. Nooyi (Presidente de PepsiCo), David J. O’Reilly (Presidente de la Chevron) y Wang Jianzhou (Jefe del ejecutivo de China Mobile Communications Corporation). Más información: http://www.weforum.org

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viernes, enero 18, 2008

Nº:106 - Evolución global y altermundismo

Evolución global y altermundismo
Gustave Massiah

La evolución global

Tres grandes temas caracterizan la evolución de la situación a escala mundial y muestran diferentes niveles de transformación social (mundial, por grandes regiones, naciones y áreas locales) Partiré de la hipótesis de que enfrentamos una triple crisis, la crisis de la hegemonía de los EEUU y la crisis del neoliberalismo a las que se debe agregar la evidente crisis ecológica mundial.

La crisis ecológica se halla planteada. La toma de conciencia de los límites del ecosistema planetario y la negación de los derechos de las generaciones futuras parece haber progresado bastante y acompaña, a partir de la Conferencia de Río de 1992, la emergencia del movimiento altermundista. A pesar de las declaraciones altisonantes y un importante activismo internacional no está poniendo aún en peligro el modelo de producción capitalista en su forma productivista. Las consecuencias del productivismo, ligado a la dimensión ecológica, las dimensiones sociales, democráticas y las desigualdades entre países comparten las corrientes ecologistas y repercuten en alianzas entre los movimientos sociales y los ciudadanos. Se trata de uno de los principales problemas del porvenir del movimiento altermundista.

La hipótesis de la crisis del neoliberalismo merece ser discutida. La fase neoliberal de la globalización está en crisis y existen posibilidades de que pueda emerger una nueva fase; esta nueva fase no está predeterminada. El neoliberalismo es una fase de la globalización capitalista, no es su final y no existe un escenario neoliberal estable de largo plazo. La fase neoliberal sería por lo tanto una transición que comenzó a fines de los 70. Se corresponde con una íntima vinculación entre una opción económica y social, la regulación por medio del mercado mundial de capitales y una opción política conservadora. La señora Thatcher propugnó tanto las políticas neoliberales para quebrar los sindicatos británicos como trató de quebrar a los sindicatos para imponer el modelo neoliberal. Desde 1980 hasta nuestros días, asistimos al fortalecimiento del modelo neo-conservador. Entre 1980 y 1989, se desarrolló un período de experimentación y de potenciación y a partir de 1989 nos encontramos ante una reacción de las clases dirigentes que hubieran debido aceptar los compromisos keynesianos y que levantan cabeza. En 1995 comienza a consolidarse y a organizarse un movimiento antisistémico, el movimiento altermundista. En 2001, los atentados de Nueva York aceleran el giro conservador.

La crisis del neoliberalismo, desde el punto de vista ideológico, está fuertemente vinculada al crecimiento del altermundismo que ha agudizado las contradicciones internas del sistema. El rechazo al fatalismo expresado en "otro mundo es posible" pone en tela de juicio las ofensivas ideológicas que siguieron a la caída del muro de Berlin en 1989, las de "el fin de la historia" y de "la guerra de las civilizaciones". La crisis del neoliberalismo de ninguna manera significa su ineluctable desaparición. Existen varios escenarios posibles en el mediano plazo: un neoliberalismo fortalecido, un acento neoconservador, una variante neokeynesiana. Una salida altermundista es muy poco probable en el mediano plazo, dado que las condiciones políticas están lejos de ser las adecuadas, pero el fortalecimiento del movimiento altermundista influirá en las posibles salidas.

La situación económica de los próximos tres años introduce algunas incertidumbres. La economía mundial se halla traccionada por las economías asiáticas, especialmente china, pero se mantiene dependiente de la fragilidad de la economía china y de los desequilibrios de esta frente a la economía de los EEUU. La economía de los EEUU enfrenta una probable recesión. El déficit de los EEUU se halla financiado por los países del Sur, los bancos asiáticos y los proveedores de petróleo. La crisis crediticia que afecta a los estratos más pobres comienza a extenderse a las clases medias; el crédito inmobiliario explota. Las autoridades monetarias han generado una burbuja monetaria que será mucho más difícil de reducir a través de una recesión moderada como la de 2002/03. ¿Se puede prever el estallido de esta burbuja?. El presidente Bush va a intentar dejarla como herencia a sus sucesores. Los demócratas si la reciben tenderán a soportar una crisis a comienzos de su mandato con el objeto de beneficiarse con una recuperación en vísperas de las elecciones siguientes. Los EEUU y Europa sufrirán la crisis. Los países emergentes podrán hallarse tentados de no apostar todo a las exportaciones y de reducir los excedentes que financian el déficit presupuestario del Norte. Pueden elegir un desarrollo dirigido más hacia sus mercados internos, tratando de establecer una alianza con las clases medias y la estabilización de sus clases obreras. A partir de 2008, se producirá en la economía mundial una elección abierta entre una hipótesis inflacionaria o la recesión.

La crisis de la hegemonía estadounidense se profundiza rápidamente. Hace tres años Immanuel Wallerstein en un destacado artículo adelantaba que aunque los EEUU fueran todavía dominantes, habían perdido la hegemonía ideológica, la económica y la política..Les quedaba la hegemonía militar que desde luego pensaban utilizar muy bien. La evolución de la guerra de Irak al fragilizar la hegemonía militar refuerza la tendencia. Cuanto más se hunden los EEUU más se sienten tentados a recurrir a la escalada y a huir hacia delante en medio de una desestabilización general en una lucha sin fin. Wallerstein señalaba también que la fuerza de los EEUU resulta de capitalizar su debilidad; constituye aún la única superpotencia funcional a las demás, UE, Rusia , China etc. No pueden desinteresarse porque para ellas las consecuencias serían mucho más graves. Es necesario insistir sobre la diferencia entre hegemonia y dominación y sobre el éxito de algunas ofensivas; por ejemplo la capacidad de imponerse, en el debate mundial la pretendida guerra de las civilizaciones que sirve de fundamentación ideológica a la dominación militar y a las políticas de seguridad que alimentan el racismo de todo tipo. La lucha contra la pretendida guerra de las civilizaciones y la muy verdadera guerra sin fin constituyen las prioridades del movimiento altermundista.

Los EEUU se mantienen como la superpotencia dominante pero deben enfrentar un creciente cuestionamiento. Esta situación produce importantes consecuencias en el sistema internacional. La crisis de la hegemonía impide la consolidación del marco institucional del neoliberalismo, pone en tela de juicio el multilateralismo y debilita las instituciones internacionales. El Banco mundial enfrenta una pérdida de credibilidad que ha acentuado el nombramiento de Wolfowicz como presidente. El FMI debilitado por los reembolsos anticipados se encuentra al borde de la quiebra y pierde celeridad. La OMC aunque continúa siendo un referente y mantiene cierta coherencia, se ha visto debilitada por los acuerdos bilaterales. Se trata de fortalecer la oposición a las instituciones financieras y comerciales que constituyen los eslabones más débiles del sistema internacional. La oposición a estas instituciones debe pone el acento sobre nuestra concepción del multilateralismo, la regulación pública del sistema internacional, las instituciones financieras internacionales que nosotros recomendamos.

Las grandes empresas multinacionales constituyen los actores más importantes de la economía mundial. No siempre tienen capacidad para dirigir directamente el mundo y deben hacerlo a través de los gobiernos y de las instituciones internacionales. La crisis del neoliberalismo se traduce en dudas y en cierta confusión frente a los actores económicos. Se insiste siempre en la reafirmación del Consenso de Washington y en el ajuste estructural pero la confianza se debilita. Davos comienza a juntarse con la Trilateral en un pasado brumoso: El G8 se constituye en un espacio de regulación de las contradicciones entre potencias dominantes siempre temerosas, que suscita más desconfianza que adhesiones. Mientras que el recurso militar se hunde y se desacredita la OTAN. Las Naciones Unidas son siempre combatidas pero no liquidadas. El derecho internacional es la sede de un enfrentamiento esencial entre los derechos de los negocios y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

La evolución de las grandes regiones comienza a diferenciarse, en tanto las respuestas de cada una ante la crisis de la hegemonía estadounidense es diferente. Esta configuración define las líneas de fuerza de una carta geopolítica multipolar. Ya no estamos en la época de la descolonización y de la convergencia anti-imperialista. En Asia del Sur, especialmente en China e India, se enfrenta la crisis de la hegemonía estadounidense a través de la competencia económica. No se trata de una respuesta anticapitalista ni tampoco anti-liberal pero sí anti-hegemónica. La situación es compleja, China compite evidentemente con los EEUU pero los necesita. En Medio Oriente la respuesta pasa por la puesta en tela de juicio de las opciones militares para la obtención de los recursos energéticos y de las guerras en todas sus variantes. Los EEUU pueden todavía calibrar, modificar su intervención militar, como lo sugiere el llamado plan Baker-Hamilton. Pueden mantenerse hegemónicos cambiando la táctica de su intervención. La tercera respuesta es la de América Latina: se corresponde con la emergencia de un movimiento "cívico" continental que está en fase de democratización y de construcción de regímenes que rechazan la hegemonía usamericana. Africa se halla aun paralizada por las guerras, los conflictos, los regímenes impuestos y las influencias concurrentes; el movimiento social africano comienza a trascender y a afirmarse. Europa y Japón están pegados a su alianza estratégica con los EEUU, situación que repercute en sus propias contradicciones internas. La red Alter-Inter ha sido construida con el objeto de reagrupar a los actores no gubernamentales anclados en regiones estratégicas.

La crisis de la hegemonía estadounidense libera, en cada gran región, la competencia entre las potencias regionales que pretenden construir su propia zona de influencia. Y así surge el conflicto entre India y Pakistán en Asia, los enfrentamientos entre Israel, Irán, Turquía y Arabia Saudita en Medio Oriente, de los que deriva la nueva carrera por la militarización nuclear; como antes en la posguerra se había generado cierto equilibrio y logrado el acceso a las representaciones permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El rechazo a encarar un desarme nuclear generalizado ya que resulta poco creíble que las potencias nucleares puedan impedirles el acceso a través del derecho internacional. Esta competencia por el status de potencia regional exacerba los conflictos internos y la manipulación por parte de las clases dirigentes, en cada país y en cada región, del etnicismo, del tribalismo como instrumentos de gestión política. Y plantea en función de las diferentes situaciones, la muy difícil cuestión de las relaciones entre los movimientos sociales y ciudadanos y los movimientos "islámicos" La lucha contra la guerra es también una lucha por la paz y contra las discriminaciones, por la prevención y la regulación de los conflictos. Del mismo modo que la transformación social es inseparable de la reconstrucción en los períodos postbélicos.

La evolución política vinculada al neoliberalismo se diferencia según el país. En muchas regiones del Sur, en América Latina y en Asia, especialmente en la India, el deterioro causado por la mundialización neoliberal conduce a aperturas hacia alianzas que combinan políticas que se inscriben en las corrientes capitalistas pero con visiones antihegemónicas.

En los países del Norte, la convergencia de la extrema derecha con amplias corrientes de la derecha conduce a poner en marcha una extrema derecha. Esta alianza es una respuesta a los movimientos de los años 90 ( 94 en Italia, 95 en Francia, 96 en Alemania y en los EEUU). Los dominadores, los propietarios y los privilegiados han escogido una actitud fuerte para enfrentar las resistencias sociales, ciudadanas y de los pueblos dominados. La Italia de Berlusconi es un ejemplo premonitorio de esa modalidad. El derrumbe de una gran parte de Europa (Austria, Holanda, Dinamarca, etc) muestra el éxito de esta extrema derecha inscrita en la evolución de los EEUU de Bush. Francia experimenta un régimen bonapartista, versión francesa del populismo. Pueden mencionarse asimismo los derroteros populistas de derecha de Canadá, México, Indonesia y muchos otros países.

El éxito de la extrema derecha se produce en dos tiempos: se construye una extrema derecha y se coacciona a la derecha a aliarse a ella. La extrema derecha ha conseguido desplazar el tablero político hacia la extrema derecha instalando el debate sobre la inseguridad, la inmigración y la xenofobia. Son los espacios en que trabaja desde hace veinte años. Es en la batalla de las ideas donde durante 25 años se ha construido, , esta alternativa fascistizante, sobre la base de un partido del orden. Los clubes que prepararon el advenimiento de Thatcher, como el Club del Reloj de Francia, las corrientes evangelistas de derecha y los grupos fundamentalistas de diferentes religiones lanzaron una primera ofensiva contra la igualdad partiendo de la justificación genética de las diferencias, de las razas y de las desigualdades. La segunda ofensiva ideológica lanzó sobre los pobres y los excluidos la responsabilidad de su propia situación proponiendo combatir la inseguridad y la incivilidad mediante la represión y el fichaje genético generalizado La mayor batalla ideológica es la que se debe emprender en los planos filosóficos, científicos, políticos y culturales en contra de esta ideología neo-conservadora: es una de las mayores tareas del movimiento altermundista.

La izquierda tradicional ha acentuado su posición de partido de gobierno y no ha logrado imponer su enfoque. Prefirió siempre la alternancia a la alternativa. La social democracia ha perdido su capacidad de constituir un verdadero proyecto de transformación social. Permanece en una posición estable, una posición "blairista", no en un sentido caricaturesco en la que admite que puede existir una posición menos atlántista o menos "bushista" y que se puede combinar la aceptación neo-liberal con una recuperación de los servicios públicos. Se halla enfrentada a una recomposición interna que combina tres corrientes que cohabitan, mediante diferentes articulaciones, con todos los partidos y movimientos de izquierda. Tratemos de distinguirlas: una corriente "blarista", tentada por un liberalismo mundial, una corriente regulacionista y keynesiana más cerca del estado social y una corriente altermundista en búsqueda de una nueva alternativa.

El movimiento altermundista

El movimiento altermundista no está en "panne"

Parece elegante anunciar que está desinflándose y sin embargo no cesa de ampliarse y de profundizarse. Ampliación geográfica como lo testimonian los Foros sociales mundiales de Porto Alegre, Mumbai y Nairobi; el Foro Policéntrico de Bamako, Caracas y Karachi; los foros continentales y los foros nacionales, entre los que está el realizado en junio de 2006 en Atlanta, EEUU. La ininterrumpida cascada de foros locales. Ampliación social con la incorporación de los movimientos campesinos, los Sin Tierra, los sindicatos obreros, los Sin Voz como los Dalits, los comités de los barrios degradados y las villas miseria o chabolas, los foros de los migrantes, la marcha mundial de las mujeres, los campus de jóvenes. Ampliación temática con los foros temáticos tales como los de educación, del agua y los foros asociados de las autoridades locales, de los parlamentarios, de los jueces, etc.

El movimiento altermundista conoció un crecimiento de considerable potencia en muy poco tiempo, en menos de diez años. Sin embargo aún no ha ganado. Hubiera sido asombroso que ganara en tan poco tiempo: sin embargo tampoco es muy simple definir qué significa ganar. El movimiento altermundista es un movimiento de largo plazo que se asienta en la permanencia. Además hay expresiones políticas muy diferentes en el seno del movimiento altermundista que es en realidad un movimiento de movimientos. Esa diversidad, algunos dicen esta cacofonía, tiene sus ventajas pero también sus límites. Existen muchos países en donde los foros no han ayudado a mejorar la situación, habida cuenta de la debilidad de los movimientos. El movimiento evoluciona según las situaciones: propongamos algunas hipótesis que alumbren el debate estratégico.

Primera hipótesis: el movimiento altermundista es un movimiento histórico que se asienta en la permanencia. Prolonga y renueva tres movimientos históricos precedentes. El movimiento histórico de la descolonialización; y desde ese punto de vista el altermundismo ha modificado en profundidad las representaciones Norte-Sur con vistas a un proyecto común. El movimiento histórico de las luchas obreras: y desde allí la mutación hacia un movimiento social y ciudadano mundial. El movimiento de las luchas democráticas a partir de los años 1960/70; y desde allí la renovación del imperativo democrático luego de la implosión soviética en 1989 y las regresiones producidas por las ideologías de la seguridad. La descolonización, las luchas sociales, el imperativo democrático y las libertades constituyen la cultura histórica de referencia del movimiento altermundista.

Segunda hipótesis: el movimiento altermundista debe oponerse al neoliberalismo, al neoconservadurismo y a sus consecuencias. El dominante concepto del crecimiento basado en el sometimiento al mercado mundial y la regulación de los capitales por el mismo mercado se traduce en la profundización de las desigualdades y de la pobreza. Desigualdades en cada país y entre países. La estructuración social que se produce es indisociable de la discriminación y del racismo; y la definición de una nueva forma de desarrollo comienza por la lucha contra las discriminaciones: los límites del sistema planetario y el respeto por los derechos de las generaciones futuras ponen en tela de juicio el productivismo. El rechazo del neoconservadurismo implica el de la supremacía militar y el de la guerra perpetua y preventiva. La dimensión democrática y la defensa de las libertades implica el rechazo a la ideología de la seguridad, de los controles identitarios, de los fundamentalismos, de la tolerancia cero, de la criminalización de los movimientos. Nuestra concepción de la transformación social incluye cinco dimensiones que se trata de articular: dimensiones económicas, sociales, ecológicas, democráticas, contra la guerra.

Tercera hipótesis: el movimiento altermundista ha concretado una alternativa. Partiendo de la oposición al neoliberalismo el movimiento a afirmado el rechazo a la fatalidad y ha pasado de la resistencia a la contraofensiva y a la propuesta de alternativas. La orientación estratégica surgida de los Foros es la siguiente: a la organización de las sociedades y del mundo mediante la subordinación al mercado mundial y al mercado de capitales oponemos la organización de las sociedades y del mundo alrededor del principio del acceso de todos a todos los derechos. Este principio ha cambiado ya la naturaleza de los movimientos en los que la convergencia constituye la principal característica del altermundismo; cada uno de los movimientos ha evolucionado incorporando a sus principios el acceso de todos a todos los derechos. Es preciso insistir en el hecho de que el movimiento altermundista no se ha repuesto aún del fracaso histórico del socialismo y no ha propuesto todavía una idea de construcción alternativa global en el sentido en que el socialismo histórico sí la tuvo.

Cuarta hipótesis: las diferentes formas del movimiento altermundista se han enriquecido. Se basan siempre en la convergencia de los movimientos sociales y ciudadanos. Combinan las luchas y las resistencias, las campañas y las movilizaciones, las prácticas sociales innovadoras, la elaboración, las alternativas, las propuestas de negociación. Avanzan sobre la construcción de una nueva cultura política que comienza a marchar en el funcionamiento de los Foros. La experiencia ciudadana se opone al monopolio de la experiencia dominante y del pensamiento único; concreta el paso desde el "TINA" (There is No alternative) caro a la señora Thatcher a la capacidad de pensar en otro mundo posible.

Quinta hipótesis : el movimiento altermundista entra en un nuevo período. Concluimos un ciclo de Foros sociales mundiales, que se iniciara en Seattle. Se deben definir los elementos del proyecto correspondiente a este nuevo período. Importantes cambios políticos se hallan en gestación- Dado que el neoliberalismo está en crisis y la fase neoliberal de la mundialización está probablemente terminando. Llegamos al límite de la hegemonía del capital financiero y de su lógica "cortoplacista" La hegemonía económica de los EEUU se halla en tela de juicio. El ascenso de la potencialidad económica de China, India y también de Brasil cambia los datos. La guerra perpetua genera nuevas contradicciones y las elecciones en los EEUU introducen incertidumbres sobre la conducción bélica. La situación en los diferentes países va a evolucionar en los períodos electorales y de recomposición política. El movimiento político en América Latina redefine, en diversas situaciones, nuevas relaciones entre los movimientos y los gobiernos.

Un nuevo ciclo de Foros Sociales Mundiales

El movimiento altermundista no se limita a los Foros sociales pero los Foros ocupan un lugar particular. Especialmente para Alter-Inter que nació en este proceso. Tenemos responsabilidades especiales, por lo que debemos prestar particular atención a las contradicciones que se producen en los Foros.

El Foro de Nairobi fue uno de los más interesantes por haber sido precisamente uno de los más contradictorios. La dimensión mundial del Foro fue buena. Hubo importantes delegaciones de varios continentes (indios, pakistaníes, brasileños, italianos, franceses, etc.) Se percibían sensibles progresos en el nivel de los debates y de la elaboración así como en la construcción de redes mundiales. Este progreso ha sido visible en algunos temas como el agua, la deuda, la soberanía alimentaria, las migraciones, etc. Hubo ampliación de las redes concurrentes y realmente comprometidas.

La dimensión africana del Foro Social Mundial fue excelente. Primero por la participación y por el hecho de que las grandes delegaciones africanas eran básicamente populares; movilizaron movimientos populares y se prepararon por medio de Foros sociales nacionales. Africa es el continente en que se desarrollaron más Foros sociales nacionales (más de una decena en 2006).Uno de los éxitos del foro fue la importante presencia sindical. Luego de Bamako y de Nairobi, al margen de las insuficiencias y de los límites, de su diversidad y de sus contradicciones se puede hablar, hoy en día, de la emergencia de un movimiento africano social y ciudadano de escala continental.

La dimensión keniana del Foro Social Mundial ha sido mucho menos convincente. Más allá de los problemas organizativos los enfrentamientos en el seno del movimiento social keniano fueron muy serios. Desde el punto de vista de la concurrencia, se estimó una base de entre 30 mil y 60 mil personas. Para un país como Kenia fue realmente impresionante. Es todavía demasiado pronto para poder apreciar el impacto local, el Foro podría desempeñar un papel detonante y formador que podría desembocar en reales avances.

Los problemas planteados por el desarrollo de los Foros sociales son numerosos. Las críticas realizadas a la organización de los FSM por la elección y los procedimientos de puesta en marcha son legítimas. Habría que evitar que estas enmascaren los problemas puestos de relieve en dichos procesos, de una u otra manera presentes en los foros anteriores.

La ampliación geográfica ha progresado. Sabíamos que realizar un Foro en África no sería fácil, desde el momento que Surafrica había rechazado ser su sede. No son demasiados los países africanos que pudieran acoger un FSM, desde el punto de vista de sus tamaños y de la fortaleza de sus movimientos sociales. El tema de la cantidad de participantes es relativa, pero la mediatización lo vuelve pesado e impulsa al gigantismo.

La mediatización también es en sí misma relativa ¿Qué esperamos una notable visibilidad o la "simpatía" de los medios? El impacto que buscamos es en primer término cualitativo, es más importante la diversidad y la convergencia que la estandardización. Existe una evidente evolución desde este punto de vista: por ejemplo los temas se tratan mucho más profundamente que a comienzos del FSM.

La ampliación de las bases sociales, aunque real, no es sin embargo suficiente. Los sindicatos de trabajadores, las organizaciones campesinas y las organizaciones de ciudadanos han estado presentes desde el principio, tanto la CUT, el MST o el MNLN en Brasil como los sindicatos africanos en Nairobi. La presencia de los más pobres y de los excluidos resulta más difícil. La participación de los Sin Voz marcó una etapa que se ha consolidado, especialmente entre los migrantes en Bamako; fueron los Dalits los que en Mumbai aseguraron un giro cualitativo.

La participación de los pobres y de los excluidos exige un esfuerzo voluntarista contínuo y difícil especialmente si se quiere asegurar la participación de asociaciones representativas de los estratos populares del Foro. El acceso al Foro de los Sin Voz, los Dalits, los pescadores de Karachi, se hizo a través de sus asociaciones, ya que estaban o se habían organizado. Es mucho más difícil participar en el Foro de manera absolutamente individual. En Nairobi las hubo decisiones realmente desafortunadas, recorridos sin transportes gratuitos, precios de inscripción demasiado elevados para los pobres, distribución insuficiente, apertura insuficiente para una parte de las asociaciones de las villas miseria.

El tema de la participación de los pobres va acompañado de mayores exigencias éticas del movimiento altermundista.¿La reivindicación de otro mundo posible puede lograrse con métodos dominantes que rechazamos? Los Foros deben ser también vitrinas de otro mundo posible. Se plantearon tres cuestiones en relación con los compromisos que deben asumirse: ¿cómo asegurar la organización y la seguridad de un acontecimiento como el Foro? ¿Qué formas de consumo deben aceptarse en los Foros? y ¿Cómo financiar los Foros?

Es también interesante preguntarse sobre la ampliación política del proceso de los Foros. No es anormal que se planteen contradicciones y hasta enfrentamientos, entre los diferentes movimientos sociales y ciudadanos de un país o de una región. Han existido contra-Foros en Londres, en Mumbai, en Nairobi.

El tema de la ampliación política conduce también a considerar la presencia cada vez más importante de ciertos movimientos, como las grandes ONGs, que defienden posiciones más moderadas y hasta, a veces, retrógradas (sobre el aborto, por ejemplo, en Nairobi,). No basta con proponer establecer el equilibrio invitando a estar presentes a otras corrientes: es preciso velar porque la mayor capacidad de las grandes asociaciones no influya o tienda a controlar la evolución de los Foros.

El problema más importante hoy en día es el de la articulación entre crecimiento y radicalidad. El movimiento altermundista parte del rechazo a la mundialización neoliberal y de la convicción de que otro mundo es posible y que esto implica una ruptura con el pensamiento dominante y las políticas neoliberales. La ampliación es una prenda de éxito para el proceso, a condición de evitar la pérdida de sabor del movimiento. La profundización de los compromisos es una necesidad siempre que se eviten las exclusiones y el sectarismo. En el lenguaje del Foro se parte de la vinculación entre la convergencia y la yuxtaposición, la horizontalidad y la definición de prioridades y los ejes de movilización, el ordenamiento y la aglutinación ("brasileñismo" que se refiere al llamado al reagrupamiento sobre una base autogestionada).

El cuarto día del Foro se intentó una experiencia de convergencia: la propuesta de reagruparse sin renunciar a las actividades autogestionadas, por la mañana a partir de redes o de campañas y por la tarde a partir de temáticas identificadas (21 temas a partir de 1100 actividades inscriptas) con el objeto de definir propuestas y movilizaciones. La decisión fue juzgada interesante, los resultados no fueron concluyentes debido a la falta de preparación suficiente antes del Foro y las dificultades organizativas ente el cambio de ritmo.

El debate sobre la ampliación y la radicalización y sobre la forma del Foro y la evolución del proceso reenvía a un debate más fundamental, el del horizonte de la transformación social. Partiendo de que se sea más sensible a la urgencia de la situación y a la necesidad de definir objetivos a mediano plazo o que se ponga el acento sobre el carácter histórico del movimiento altermundista y que se piense en el largo plazo. Es a partir de allí que se deben plantear las discusiones sobre la desintegración del movimiento o su permanencia. Por lo tanto el debate fundamental del movimiento es el debate estratégico, el pensamiento estratégico permite vincular las acciones de corto plazo y los objetivos de largo plazo, la urgencia de respuestas a situaciones inaceptables y la transformación en profundidad de las sociedades y del mundo.

viernes, enero 11, 2008

Nº:105 - Entrevista a Frei Betto y François Houtart

Entrevista a Frei Betto y François Houtart
“Los cambios van a afectar a una parte muy rica de la población”

Frei Betto, teólogo de la liberación y escritor, asesor especial de Lula y coordinador de la Movilización Social del Programa Hambre Cero; y François Houtard, del Centro Tricontinental de Lovaina la Nueva, sociólogo y sacerdote, hablaron con DIAGONAL en el Club Internacional de la Prensa de Santiago, momentos antes de la clausura del Simposio Pobre mundo Rico, celebrado en siete ciudades de Galiza, en torno a la lucha contra la pobreza y la desigualdad en el mundo. Los dos teóricos de la globalización desgranan las perspectivas del “socialismo del siglo XXI” en América Latina.

DIAGONAL: ¿Qué opinión merece la política desarrollada en el Estado español en este último período en relación al ‘socialismo del siglo XXI’?

FRANÇOIS HOUTART: Bueno, un socialismo que defiende los intereses capitalistas de España no me parece socialista. En Europa, tenemos el socialismo de la socialdemocracia que está luchando por tratar de conservar logros de las luchas sociales de hace 50 años, y más, de hace 150 años. Y con razón. Pero, generalmente, la mayoría de los países europeos se limita a eso, y ha perdido toda la crítica fundamental del sistema capitalista. Y así, tenemos un partido socialista francés que está dando al FMI su director, a la OMC su presidente. ¡Ellos, que son socialistas! Pero, ¿cuál es el sentido del socialismo? La palabra socialismo es muy ambigua; puede ser el estalinismo, puede ser Pol Pot, el maoísmo, Tony Blair, la socialdemocracia... ¿De qué hablamos cuando hablamos de socialismo? Es por eso que debemos hablar más sobre el contenido que sobre la palabra.

D.: Entonces, al igual que distinguimos el socialismo del liberalismo de la socialdemocracia, ¿cómo distinguimos el neoliberalismo dentro del liberalismo?

F. H.: Ahí hay algo que decir, porque hay una contradicción fundamental entre el neoliberalismo y el liberalismo. En el neoliberalismo, ya no hay nada más que liberar. El liberalismo fue, en cierta época, una liberación de ciertas estructuras medievales, como la nobleza y la iglesia. Pero el liberalismo ha sido totalmente vehiculado por el sistema económico hacia el liberalismo económico. Lo que es, evidentemente, una contradicción con el bienestar fundamental de los pueblos. El liberalismo, especialmente en su forma neoliberal, el neoliberalismo económico, significa abrir todos los intercambios en el mundo de bienes, de servicios y de capital, lo que a primera vista puede parecer interesante, porque es mejor que todo el mundo pueda vender e intercambiar en plena libertad. Pero dentro del sistema capitalista, del sistema de acumulación, la desigualdad de los agentes económicos es tal que dar la entera libertad significa privilegiar a los que tienen más poder. Y así acelerar el fenómeno de la desigualdad.

D.: En cuanto a Brasil, ¿podemos considerar la política de Lula como socialista o es todavía liberal?

FREI BETTO: La política de Lula no tiene nada de socialista. Diría que es una política liberal con matices populares. Lula ha mantenido una buena política exterior, con la condena de la invasión de Iraq, la ruptura con el FMI, el acercamiento a los países de África, de Asia, el apoyo a Venezuela, a la Bolivia de Morales, a Correa en Ecuador, a Cuba, a Nicaragua. La política exterior de Lula es extensible para la estabilidad de toda esta primavera democrática que hay ahora en América Latina. Pero, desde el punto de visa interno, las políticas sociales no son socialistas, no son políticas para cambiar el país. Acabo de ver en internet una encuesta sobre la calidad de la enseñanza (Informe Pisa 2006). Sobre una lista de 57 países, Brasil ocupa el puesto 52. Había muchas esperanzas puestas en el compromiso de Lula sobre esta cuestión. Pero hay más de neoliberalismo que de socialismo. Con ciertos rasgos democráticos populares.

D.: ¿Hay que temer una degradación del ‘socialismo del siglo XXI’? ¿Está cayendo en manos autoritarias?

F. B.: No, eso no va a pasar. No se van a repetir los errores que llevaron a los fracasos de unos y otros. Pero la gente aquí tiene que comprender que hay que hacer cambios en América Latina, cambios que, claro, van a afectar a los intereses de una parcela muy rica de la población. La gente pinta a Chávez, a Morales y a otros como si fueran mucho más diabólicos de lo que son. Ése es el problema, porque la gente no recuerda a Carlos Andrés Pérez, en Venezuela, que robaba todo el dinero y se iba a construir mansiones a Miami. ¿Por qué no se habla de eso? Voy a darte un ejemplo de lo tendenciosa que es la prensa en Europa: ¿Te puedes imaginar, desayunando, escuchar en televisión la siguiente noticia: “En una playa de California, esta mañana, un grupo de cubanos ha tomado una parte del territorio e implantado una base naval”? ¡Sería un escándalo! Pero hay una base naval en Guantánamo, en el litoral de Cuba, y la gente nunca se ha indignado, salvo porque ahora sirve de cárcel de supuestos terroristas. Portugal acabó con sus colonias, España acabó con sus colonias, China, todos los países europeos que tenían colonias en África, pero Estados Unidos tiene Puerto Rico, y nadie dice nada. Hay un país soberano, libre, de América Latina, que desde 1898 es una colonia, y no hay ninguna señal de que se vaya a permitir la recuperación y autodeterminación...

D.: Aunque se denomine Estado Libre Asociado.

F. B.: Sí, que al final no es Estado, ni libre, ni asociado. No se asoció, porque fue una imposición, y no se cuestiona si es un socio o tiene voluntad propia.

¿HACIA DÓNDE VA EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI?
D.: ¿Cuáles son las líneas directrices del ‘socialismo del siglo XXI’ que está por hacer?

F.H.: Pienso que no hay que rechazar las conquistas, porque hay conquistas reales, pero también hay fracasos, errores y crímenes fundamentales. Hay muchas conquistas en el plano de la educación, del nivel de vida, etc. Si se toman como referencia, nos damos cuenta de que, por ejemplo, una de las faltas del socialismo ha sido la de la atención a los problemas del entorno medioambiental. Ése es un fenómeno relativamente nuevo y que, creo, debe ser analizado correctamente, ya que puede ser fácilmente tergiversado, como lo hace Al Gore, que concluye que simplemente hay que cambiar los hábitos individuales, pero que no cuestiona todo el sistema económico y el sistema político que impiden precisamente resolver el problema. El segundo aspecto que me parece también nuevo es el problema de la interculturalidad, donde a menudo un determinado número de factores de las diferencias culturales no ha sido tomado en cuenta. Ahora somos mucho más sensibles a las diferencias: diferencias étnicas, diferencias de género, diferencias sexuales, etc. En cuanto a la democracia, igualmente, uno de los problemas del ‘socialismo del siglo XX’ es que se construyó un sistema, finalmente burocrático, que destruyó gran parte del funcionamiento democrático que representaban los soviets en un principio. Así pues, el ‘socialismo del siglo XXI’ debe incidir en la profundización de la dimensión democrática, con mucha más sensibilidad al funcionamiento democrático de las instituciones en los movimientos sociales contemporáneos. Veo en los Foros Sociales una demanda de poner fin a los autoritarismos, a los verticalismos que teníamos en ciertos movimientos sociales y políticos precedentes.

viernes, enero 04, 2008

Nº:104 - Bali: El dia despues

Bali: El día después
Walden Bello

Un día después del borrascoso final de las negociaciones sobre el clima en Bali, muchos se preguntan si en realidad el resultado era, de hecho, el mejor posible, dadas las circunstancias. Es cierto que EE.UU. regresó al redil, pero al precio de eliminar del documento final –la llamada Hoja de Ruta de Bali- cualquier referencia a la necesidad de reducir del 25 al 40 por ciento por debajo de los niveles de 1990, hasta al año 2020, las emisiones de gases de efecto invernadero, a fin de mantener el aumento de la temperatura global promedio en 2.0 a 2.4 grados centígrados durante el siglo XXI.

La mención de las cifras cuantitativas fue reducida a una nota de pie de página, que hace referencia a algunas páginas del Informe 2007 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), que se limita a enumerar varios escenarios de la estabilización del clima. Los escenarios alternativos van desde un aumento de 2.0 a 2.4 grados de temperatura, hasta uno de 4.9 a 6.1 grados. Esto incitó a un participante de la sociedad civil a comentar que "La Hoja de Ruta de Bali es un mapa para llegar a cualquier lugar."

¿Habría sido mejor dejar simplemente que EE.UU. se vaya, permitiendo así que el resto del mundo forje un acuerdo robusto que contenga una profunda obligatoriedad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los países desarrollados? Con la expectativa de que un/a nuevo/a presidente/a de EE.UU., con una nueva política en materia del cambio climático, estará en funciones a inicios de 2009, ese país habría tenido que sumarse a un proceso que ya estaría progresando con metas fuertes y obligatorias. En cambio lo que tenemos ahora es que, siendo parte del consenso de Bali, los negociadores de la administración Bush, -según los escépticos-, podrán continuar con sus tácticas obstruccionistas, diluyendo la acción global durante las negociaciones de 2008.

Bien podríamos preguntarnos qué habría sucedido si Washington, permaneciendo fiel a sus inclinaciones ideológicas, hubiese decidido marcharse de la sala, cuando el delegado de Papua Nueva Guinea destapó la reprimida frustración colectiva de la conferencia, al emitir su -ahora histórico- desafío: "Pedimos y buscamos su liderazgo. Si ustedes no están dispuestos a conducir, por favor quítense de en medio". Como todo el mundo ahora sabe, después de consultas de última hora con Washington, el negociador norteamericano ablandó la posición de línea dura que su país había mantenido respecto a la enmienda propuesta por India, que buscaba que la conferencia reconozca la diversidad de capacidades de los países en vías de desarrollo para abordar el cambio climático, y dijo que Washington "procederá a unirse al consenso".

El objetivo único de conseguir la participación de Washington se tradujo en los escasos acuerdos en la reunión respecto a obligaciones firmes, salvo por el plazo dado al grupo de negociación, el "Grupo de Trabajo Ad Hoc sobre la Acción cooperativa a largo plazo bajo esta Convención," para que tenga su trabajo listo para la adopción en la Conferencia de Partes en Copenhague en 2009 (COP 15).

Muchos delegados también se sentían ambivalentes frente a los arreglos institucionales acordados después de una semana de duras negociaciones Norte-Sur.

- Un Fondo de Adaptación fue instaurado, pero fue puesto bajo administración de la Facilidad Ambiental Global (GEF) del Banco Mundial -ente dominado por EE.UU.- Es más, se estima que los fondos semilla de los países desarrollados sumarán apenas entre $18.6 y USS37.2 millones -montos que se juzgan seriamente inadecuadas para apoyar los esfuerzos de emergencia orientados a tratar los estragos que ya está causando el cambio climático en los pequeños estados isleños y en otros ubicados en la "primera línea" del cambio climático. Oxfam estima que será necesario un mínimo de US$ 50 mil millones anuales para asistir a todos los países en vías de desarrollo a adaptarse al cambio climático.

Se aprobó, asimismo, un "programa estratégico" de desarrollo y transferencia de tecnología, que también significó ceder posiciones. Los países en vías de desarrollo habían defendido inicialmente que el mecanismo sea una "facilidad" específica, pero finalmente tuvieron que aceptar la caracterización diluida de la iniciativa como un "programa", debido a la intransigencia estadounidense. Es más, el programa fue asignado al GEF sin asignaciones claras de financiamiento, para una empresa que se espera costará centenares de billones de dólares.

- Se adoptó la iniciativa REDD (Reducción de Emisiones de la Deforestación y Degradación), impulsada por el anfitrión Indonesia y varios otros países en desarrollo con grandes bosques en vías de rápida eliminación. La idea es conseguir que el mundo desarrollado canalice dinero a estos países, vía mecanismos de ayuda o de mercado, para mantener estos bosques como sumideros de carbón. Sin embargo, muchos activistas temen que las comunidades indígenas sean victimizadas por los rapaces intereses privados, que se posicionarán para ser los principales recipientes de los fondos recaudados.

No obstante, muchos sentían que estos resultados, aunque pobres y mixtos, eran mejor que nada.

Quizás la mejor indicación de si la conferencia tuvo razón de dar un giro de casi 180 grados para acomodar a EE.UU. vendrá el próximo mes en Honolulu, durante la Reunión de las Mayores Economías, una conferencia impulsada por Washington que fue diseñada originalmente para subvertir el proceso de Naciones Unidas. La pregunta a flor de labios es: ¿La administración de Bush regresará a sus costumbres y utilizará la conferencia para lanzar un proceso distinto, para hacer descarrilar la Hoja de Ruta de Bali?