miércoles, agosto 15, 2007

Nº:83 - Los elementos anti-sistemicos

Los elementos anti-sistémicos
Gustavo Castro Soto

Muchas expresiones se revelan frente al Sistema Capitalista que hoy nos domina y en contra sus consecuencias destructivas. Pero también otros mundos en diversas partes de nuestro planeta se han logrado mantener por décadas o siglos, resistiendo, a veces silenciosos, a veces moribundos, a veces sobreviviendo, a veces resucitando. Necesitamos rescatar estos otros mundos que dan esperanzas de que se pueda vivir sin el capitalismo.
La situación de pobreza, miseria, hambre, migración, feminicidios, guerras, cambio climático y destrucción medioambiental, entre otros indicadores graves que se van agudizando y que vivimos en nuestro planeta, fruto del sistema que actualmente impera, nos hace pensar que otros mundos son posibles. Que deben existir otras alternativas donde todos los mundos quepan, donde la humanidad pueda vivir en plenitud, dignidad y felicidad.
Muchas expresiones se revelan frente al Sistema Capitalista que hoy nos domina y en contra sus consecuencias destructivas. Pero también otros mundos en diversas partes de nuestro planeta se han logrado mantener por décadas o siglos, resistiendo, a veces silenciosos, a veces moribundos, a veces sobreviviendo, a veces resucitando. Necesitamos rescatar estos otros mundos que dan esperanzas de que se pueda vivir sin el capitalismo. Pero también necesitamos rescatar las diversas expresiones que se revelan contra este sistema y que quieren asomar otros mundos posibles y alternativos.
Pero, ¿qué significa que algo o alguien sea anti sistémico? Para ello debemos descubrir y ser concientes de lo que es el Sistema Capitalista. Y luego sabremos quién es anti sistémico, qué es anti sistémico, quién genera una experiencia anti sistémica.
¿Qué es el Capitalismo? Es un sistema político, social, militar y económico donde predomina la propiedad privada y el capital como elemento de producción y generador de riqueza. Entre sus elementos teóricos está el interés propio y la libertad de las empresas (a buscar la mayor acumulación del capital), del trabajador (a buscar el mayor salario) y del consumidor (a buscar el mejor precio). La competencia se da entre las ofertas, las demandas y entre ambos que en el mercado regula los precios de los bienes y servicios. El capitalismo tiene contradicciones inherentes que provocan crisis cíclicas. Durante la historia ha tenido diversos modelos o formas de estar previos a procesos de transición modélica. Su lógica intrínseca de acumulación del capital lo lleva a su propia destrucción. Lejos de agotar el tema, podemos hacer un breve recuento de los modos o modelos que ha tenido este sistema.
Modelo Liberal (1840-1945) Resaltó la libertad individual, de empresa, de comercio, de decidir qué y cómo producir, de competencia y el derecho la propiedad privada garantizada por el Estado. El capitalismo industrial se impulsó con el invento de la máquina y su incorporación a la producción. El liberalismo rechazó el mercantilismo (el Estado controlador del quehacer económico de una nación) y que el Estado no impusiera límites a la forma y cantidad de obtener ganancias sino que generara condiciones (infraestructura) que permitan a los empresarios privados obtener mayores ganancias. La economía estaría regida por una ‘mano invisible’ donde la libre competencia y el movimiento de la oferta y la demanda regularían la economía. El liberalismo significó mayor explotación para los trabajadores. Su antítesis: el marxismo. Este modelo entra en crisis con la I y II Guerra Mundial (1914-1945).
Modelo Estado de Bienestar (1945-1970) Se justifica luego de la II Guerra Mundial. El Estado tendría que salvar la economía y generar bienestar en la población. Su agenda y sustento ideológico: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Cada país debía sustituir las importaciones ante la debacle de la economía mundial. Bajo las premisas de Keynes (1883-1946) surge en Bretton Woods el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para fortalecer el papel del estado en las economías nacionales. EE.UU. institucionaliza su hegemonía económica, política, militar y comercial. La Deuda Externa de los países pobres creció hasta que su crisis generó otra transición en la década de los 70.
Modelo Neoliberal (1970-2000) Una vez construido el aparato del Estado, sus economías e infraestructura, y bajo la presión de la deuda externa generada por las Instituciones Financieras internacionales (IFI’s) hacia los países pobres y en vías de desarrollo, el gran capital transnacional se lanza por el control de la economía. El Estado debe reducirse y abrirse nuevamente al liberalismo económico que fortalece la acumulación endógena del capitalismo con pobres cada vez más pobres y pocos ricos cada vez más ricos. El Estado interviene para incrementar la inversión y la demanda evitando las crisis cíclicas. Sólo se encargaría del ordenamiento jurídico que garantice ciertas libertades civiles, el control de la seguridad interna por medio de las fuerzas armadas en conjunto con la policía, la implantación de políticas indispensables para el funcionamiento de los mercados y el respeto de la propiedad privada. En la década de los ’90 entra en crisis para dar pie al siguiente modelo.
Modelo Corporación-Nación (2000-?) La mercantilización de todo cuanto existe en el planeta bajo la propiedad privada por parte de las grandes Corporaciones Trasnacionales se empieza a cohesionar a partir del Siglo XXI. Entre las características están: monopolización; adquisición y fusión entre sectores; cuentan con sus propias políticas laborales, salariales y de salud por encima de los gobiernos nacionales; mantienen relaciones diplomáticas con gobiernos; tienen a sus directivos en las estructuras del estado que velan por sus intereses; desarrollan sus propios valores, identidad, cultura, clubes, asociaciones familiares, símbolos e himnos que transmiten sus formas de pensar y vivir. Mueven sus capitales, insumos, técnicos y especialistas sin obstáculos en las fronteras. Cuentan con su propia seguridad, policía privada, infraestructura, plantas de energía eléctrica y territorio controlado. Elaboran las reglas comerciales en los TLC y conforman sus propios tribunales internacionales para defender sus intereses por encima de los intereses de los países. Cuentan con más presupuesto que naciones del planeta y garantizan un seguro a sus inversiones. Han plagiado el lenguaje de los derechos humanos para incorporarlos en la defensa de sus intereses. Al control de sus mercancías por otros gobiernos le llaman discriminación y al bloqueo de las del sur “protección de sus intereses”; a los subsidios a otros le llaman “competencia desleal” mientras a ellas se les aumentan; al impedimento de inversiones ecológicamente dañinas le llaman violación a la “libertad de inversión”. Se están adueñando de los recursos estratégicos de otros países como el petróleo y otros recursos mineros, el agua, el gas, la madera, biodiversidad y el material genético, el oxígeno, el mar, el espacio aéreo y la tierra. Para ellas el papel de los gobiernos es velar por sus intereses.
El Circuito. El Sistema Capitalista implementa el circuito que acelera la acumulación del capital en grandes monopolios privados. Tiene 7 Elementos: 1) Sujeto Principal (Corporaciones Trasnacionales y el gran Capital Financiero) quien se beneficia y a quien va dirigida la acumulación de la riqueza. 2) Aliados principales que son los gobiernos más poderosos (G-7) quienes a su vez utilizan un 3) Instrumento fundamental (IFI’s) para generar un 4) Mecanismo de control y dependencia (Deuda Externa) que obligue a los países pobres a implementar 5) Políticas (Políticas de Ajuste Estructural PAE) que garanticen tal acumulación. Este proceso se da en torno a diversos 6) Escenarios de imposición que legalizan dicha explotación bajo una 7) Correlación de Fuerzas favorable (OMC, Foro Económico de Davos, TLC’s, ALCA, APEC, PPP, IIRSA, etc.). Este proyecto económico va acompañado de una estructura militar que lo garantice ante la evidente falta de consenso mundial.
La crisis del capitalismo.
La crisis mundial del capitalismo se agudiza al iniciar el Siglo XXI y se prepara el mundo a transitar hacia otro sistema mundial. Los indicadores de esta crisis son económicos, políticos, sociales y medioambientales: crisis de las supuestas democracias al servicio del gran capital trasnacional; estancamiento económico y estanflación; agudización y ampliación de la pobreza, el hambre y las muertes; acumulación de la riqueza en pocas manos; aumento de las movilizaciones de protestas mundiales y represión; impacto medioambiental con este sistema que hace insustentable la vida planetaria.
El Sistema Capitalista tuvo un principio y tendrá un fin. El principio del ‘movimiento’ invade no sólo la vida biológica sino política y social lo que impide que nada se mantenga estático sino que la vida fluya. Esto significa que no hemos llegado al fin de la historia ni que un sistema o modelo del sistema definitivo y perenne.
Entre los elementos claves inherentes, intrínsecos y sin los cuales el sistema capitalista no podría funcionar, encontramos:
1) Competencia. Cultura, discurso y práctica que alimenta el encono y la frustración; el ganador y el perdedor. Esta “selección natural capitalista” provoca que unos cuantos ganadores sean los premiados por los beneficios del sistema.
2) Acumulación de capital. El sistema capitalista genera sus propios patrones de acumulación así como una estructura que garantice este proceso. Bancos, leyes, intereses, apropiación de excedentes, etc., propician esta acumulación.
3) Homogenización. Para el capitalismo es necesario que los patrones de acumulación estén cimentados en reglas, normas y estandarización política, económica y cultural que favorezca y facilite la acumulación.
4) Relación patrón-obrero. Un solo dueño y trabajadores que no son dueños de los medios para producir sino sólo de su mano de obra.
5) Patriarcal. El capitalismo no puede subsistir sin la relación de dominio de género, del hombre sobre la mujer explotada por medio de la feminización del capital que garantice la acumulación.
6) Especulación. La acumulación del capital se finca en la especulación más que en producir lo que la vida digna necesita para ser feliz.
7) Antidemocracia. El capitalismo responde a la lucha de intereses de unos cuantos que se van imponiendo sobre los intereses de las mayorías.
8) Endeuda. Como principio básico de la acumulación y la dependencia, el capitalismo es intrínsecamente endeudante.
9) Empobrecimiento. La competencia genera perdedores que no tienen acceso al capital y cuya tendencia es al incremento de la acumulación en pocas manos y la generación de grandes masas de perdedores.
10) Racismo. El capitalismo es intrínsecamente racista que busca el poder de los privilegios de unos sobre otros.
11) Ecocidio. El capitalismo conlleva a la destrucción del medio ambiente por el consumismo desmedido de materia prima hacia la apropiación y acumulación de la riqueza.
12) Monopolio. Consecuencia ingobernable de la competencia salvaje y de la eliminación del adversario económico.
13) Explotación. No hay acumulación del capital sin la explotación sin distribución de los beneficios del supuesto desarrollo entre ricos y pobres; norte y sur; norte global y sur global.
14) Consumismo. Predomina el consumo por el consumo en una carrera sin fin y sin medir las necesidades reales. El consumo desmedido de lo que se produce independientemente de su necesidad genera la acumulación de la riqueza.
15) Privado. La apropiación del capital financiero, humano, social, político y medioambiental, se cimienta sobre la propiedad privada frente a los público y social.
16) Dependencia. La acumulación del capital se finca sobre la dependencia de unos sobre otros en términos políticos, sociales, culturales, económicos y medioambientales. Estos dos polos que no pueden vivir uno sin el otro, su tendencia es a ir aumentando la distancia entre ellos.
17) Guerra. La imposición bélica del sistema es una modalidad inherente ya que siempre se encontrará con expresiones de inconformidad y falta de consenso durante el proceso de acumulación.
Elementos anti sistémicos de otros mundos.
Cuando hablamos de una experiencia anti sistémica nos referimos al discurso y práctica unidos en un individuo o colectivo social con características distintas o diametralmente opuestas a las que alimenta al sistema capitalista.
Las expresiones y experiencias anti sistémicas siempre han existido. Unas con mayor o menor impacto, con mayor o menor presencia social, con mayor tiempo o menor de duración histórica. Sin embargo, ellas no lograron conformar un sistema hegemónico que globalice las reglas de vida de toda la humanidad, como lo ha hecho el sistema capitalista porque no son su esencia sino la diversidad. Curiosamente otros mundos subsistentes no capitalistas se encuentran entre diversas culturas indígenas del mundo, y las alternativas antisistémicas emergentes se dan por lo general en las zonas rurales o entre la población excluida de los supuestos beneficios del sistema dominante actual. Los que reciben algún beneficio cuidan que ese interés se mantenga, se perpetúe y mejore, por lo que es difícil encontrar expresiones anti sistémicas entre este sector de la población, sino más bien expresiones reformistas o de argumentos de “humanización” del capitalismo, de capital humano, etc.
Otros mundos no capitalistas subsistentes y las alternativas anti sistémicas emergentes tendrán que experimentar varias de estas características. Mientras más características experimenten más antisistémica será y por tanto más dibuja una alternativa al capitalismo:
1) Participación. Contraria a la competencia capitalista la población participa de manera activa y creativa para construir su mundo sin el detrimento de que otros queden rezagados en el camino.
2) Distribución. Contraria a la acumulación. Este mundo reparte lo que sobra, los excedentes. Nadie acumula y el valor de compartir sobresale y se contrapone al valor del acumular. El rico no tiene cabida en este sistema-mundo. Los bienes alcanzan para todos: agua, tierra, alimentos, etc.
3) Diversidad. Contrario a la homogeneización la diversidad complementa y enriquece; la diversidad biológica y cultural alimenta los mundos; la diversidad une y no separa.
4) Colectividad. Contrario a la relación dueño y desposeído, el proyecto mundo es de la colectividad. No hay patrón. Hay iguales.
5) Perspectiva de género. Contrario al sistema patriarcal, es una visión científica, analítica y política sobre las mujeres y los hombres. Elimina las causas de la opresión de género (desigualdad, la injusticia y la jerarquización de las personas basada en el género). Promueve la igualdad entre los géneros a través de la equidad, el adelanto y el bienestar de las mujeres; contribuye a construir una sociedad en donde las mujeres y los hombres tengan el mismo valor, la igualdad de derechos y oportunidades para acceder a los recursos económicos y a la representación política y social en los ámbitos de toma de decisiones.
6) Necesidades. A diferencia de la especulación, las necesidades reales marcan la producción y reproducción de la vida.
7) Democracia. Sin totalitarismos, imposiciones o decretos para imponer voluntades de pocos, la participación informada y activa construye futuro y dignidad.
8) Solidaridad. No hay deudas que pagar, hay solidaridad que expresar.
9) Para todos todo. A diferencia del empobrecimiento de la mayoría y enriquecimiento de muchos, la riqueza material, cultural y de cualquier tipo alcanza para todos y todas; es de todos y todas.
10) Igualdad. A diferencia del racismo y los privilegios que genera, se expresa y se vive las relaciones de igualdad en derechos pero también en obligaciones colectivas.
11) Ecológico. Contrario al ecocidio, respeta la naturaleza y vive en armonía con ella.Hace uso razonable y sustentable.
12) Soberanía. Contrario al control monopólico sobre los bienes, la capacidad de definir por sí mismo el rumbo y el camino que se quiere tomar para vivir en plenitud.
13) Equidad. A diferencia de la explotación, las relaciones ni el bienestar de unos es a costa del sufrimiento, el hambre y la pobreza de otros.
14) Justeza. Sin necesidad de generar necesidades artificiales que consuman desproporcionadamente el sistema, se usa lo que se necesita con justeza.
15) Público. No convierte todo lo que ve y encuentra en propiedad privada, sino que garantiza el beneficio de todos y todas.
16) Autonomía. Sin dependencia parasitaria sino unidad en la diversidad de visiones y modos propios de autogestión y en libertad.
17) Paz. Contraria a la guerra que alimenta la vida y la economía, es la diversidad, la autonomía, la soberanía como sinónimos de paz, que no se entiende como la mera ausencia de balas o conflictos armados o la mera pacificación mientras sigue existiendo el hambre y la violencia institucionalizada, sino la paz con justicia, equidad y felicidad para todos y todas.
18) Nuevo lenguaje. Una nueva forma de llamarle a las cosas en el nuevo sistemamundo que no repita o solo reformule la conceptualización capitalista.
19) Visión política. Clara conciencia de querer vivir y expresar otros mundos diferentes al capitalismo.
20) Derechos Humanos. Donde toda persona humana, su felicidad y su plenitud, sea el objetivo central del proyecto político. No como una dádiva o regalo, sino como los elementos esenciales para poder vivir esa plenitud. No como un mero derecho, sino también como una obligación que liga con la sociedad.
La falta de total coherencia en la aplicación de estas características no invalida la experiencia anti sistémica. Estamos en el entendido de que es un proceso la construcción de alternativas para que otros mundos sean posibles. Por ello no se puede vivir una mutación genética sociopolítica de manera inmediata, espontánea y radicalmente distinta al sistema hegemónico capitalista, sino como parte de un desprendimiento de la vieja piel para cubrirse de otra alternativa. Esta transición implica por tanto incoherencias, contradicciones, pero con una direccionalidad por medio del desprendimiento para dar origen y parir otros mundos.