jueves, enero 25, 2007

Nº:55 - El Foro no está en venta (Josu Egireun)

El Foro no está en venta
Josu Egireun

Tal como se recoge en la presentación del programa del Foro, “África se encuentra entre las principales víctimas de la globalización capitalista… (y) el FSM será una oportunidad de presentar tanto a África y sus movimientos sociales”. El lema del Foro es: “las luchas de las personas, las alternativas de las personas”. Sin embargo la primera sorpresa (aparte del calor martilleante y los típicos problemas organizativos) es que el Foro está copado por la compañía de telefonía móvil Celtel, hasta el punto de que la inscripción al Foro se podía realizar mediante la compra de una tarjeta de teléfono. Con la tarjeta el proceso era de urgencia, sin la tarjeta la gente tenía que pasar antes por el banco, soportar enormes colas, etc. A esto se le suma que el precio de inscripción para los kenianos era de 500 Sh (moneda local), que supone el salario de una semana.

Esta situación a la que hay que sumar la denuncia tanto de los sindicatos como de los movimientos sociales del país por haber sido excluidos del comité de organización, ofrecen un cuadro preocupante de cómo se ha planteado esta edición del FSM. A esto hay que añadir la denuncia realizada por la representante de la asociación People’s Parliament –organización que trabaja entre los sectores emprobrecidos-, por la marginación a la que se la ha sometido.
Estos fueron, entre otros (la carestía de las salas para seminarios, la opcion por un sistema de traducción profesional renunciando al voluntariado, con lo que prácticamente con el mismo coste se reduce enormemente el número de lenguas interpretadas…) los elementos críticos que fueron destilando la tarde del sábado en la reunión de coordinación de los movimientos sociales para tratar de articular la Asamblea de los Movimientos Sociales que se realizará el día 24.
Y de ahí salió la idea de que era preciso denunciar, en primer lugar, que éste es un Foro en el que no se ha trabajado para dar cabida a los sectores más castigados por las politicas neoliberales (“Nairobi acoge al Foro, pero el FSM no acoge a los sectores sociales de Nairobi”) y, en segundo lugar, el grado de mercantilización extremo al que se ha llegado.
Como quiera que no son los únicos elementos críticos que se dan en este foro, en la reunión surgió la propuesta de redactar un documento que recoja todos estos elementos y remitirlo al Consejo Internacional para abrir el debate sobre estas cuestiones.

Asímismo se decidió bloquear la entrada al Foro en tanto no se permitiera el acceso gratuito a las y los kenianos (lo que se ha conseguido) y seguir madurando la propuesta para la Asamblea de Movimientos Sociales durante una reunión que se realizará hoy, una vez finalizadas las actividades del Foro.

Por último es necesario señalar otros dos elementos:

1) Si se echa una ojeada sobre el programa, se puede comprobar que las propuestas por parte de los movimientos sociales más activos, y que trabajan por construir la red de movimientos sociales a nivel mundial, es prácticamente inexistente en beneficio de las ONGs, lo cual plantea un elemento de reflexión crítica sobre la presencia de los movimientos sociales en los Foros y la utilidad de este punto de encuentro.

2) En segundo lugar, tal y como se acordó en la última reunión del Consejo Internacional del FSM, la próxima edición del FSM se dará el 2009 y la idea es que el 2008 la edición del FSM sea sustituida por una jornada mundial (no necesariamente de un día, ni el mismo día) de movilización. Como quiera que la metodología adoptada por el Consejo se ha realizado al margen de la coordinación de movimientos sociales, éste es otro elemento de fricción en estos momentos, cuya salida no está clara.

En cualquier caso estos dos elementos suponen un toque de atención a la necesidad de abordar, sin mucha demora, una discusión en los movimientos sociales sobre el futuro del FSM. Lo cual resultará casi imposible si no se sale de Nairobi con un mínimo de coordinación estable que permita activarla.
Nairobi, 21/01/07

Nº:54 - El Altermundismo: como un tren en movimiento (Cassen)

El Altermundismo: como un tren en movimiento
B. Cassen

El termino altermundista designa a personas y movimientos que rechazan una, varias o todas las dimensiones del orden existente –el capitalismo neoliberal- y que apiran a otro mundo. El lema OTRO MUNDO ES POSIBLE nace en Le Monde Diplomatique en mayo de 1998, luego fue tomado por ATTAC y a partir de enero de 2001 en Porto Alegre por los Foros Sociales y el conjunto de los altermundistas.

Progresivamente a comienzos del nuevo siglo, se fue pasando de los "anti" a los "alter", del simple rechazo a la globalización neoliberal, a las propuestas.

El Movimiento altermundista es un conjunto de organizaciones y redes sin ninguna estructura, salvo coordinación para acciones puntuales. Su mayor visualización son los foros sociales y las manifestaciones. Algunas organizaciones dedican el 100% de su actividad (como ATTAC) y otras sólo una parte ya que participan principalmente a través del prisma de su razón de ser: defensa de los trabajadores para los sindicatos, defensa del planeta para los ecologistas, los derechos de las mujeres para las feministas, etc. etc.

El movimiento altermundiista funciona como un metro en forma de biblioteca itinerante de análisis, de coordinación de luchas, de propuestas: algunos están desde el primer hasta el último vagón, otros se suben en una estación y se bajan luego, pero todos habrán hecho al menos una parte del camino juntos.

Un punto extremadamente positivo de los foros y movilizaciones es el hecho que a muchas asociaciones les ha permitido conocer y comprender mejor las luchas y lógicas de las demás organizaciones. Ninguna organización sale tal cual como ingresó, en especial gracias a las relaciones humanas que se establecen.

El primer éxito del movimiento altermundista fue haber permitido los encuentros del nivel local al internacional y haber hecho emerger redes con un léxico común para caracterizar los desastres de la gobalización neoliberal.

Los fundamentos de las políticas neoliberales han sido deconstruidos. Si en el año 2005, la campaña contra el tratado cosntitucional fue victoriosa, se debe especialmente a que se transformó en un referendum no "por" o "contra" Europa, alternativa absurda en la que los partidarios del SI querían encerrar a los ciudadanos, sino en "a favor" o "en contra" del neoliberalismo.

¿Está el altermundismo en retroceso? Quién puede creer eso cuando se observa lo que sucede en América latina, donde se han realizado cinco foros mundiales (Cuatro en Porto

Alegre y uno en Caracas). Donde en Bolivia, tras la elección de Evo Morales, y en Venezuela, donde Hugo Chávez ha ganado todas las elecciones desde 1998, se han entablado procesos de cambios profundos de la sociedad, incorporando los grandes temas del altermundismo. A la luz de estas experiencias surge una pregunta a la que el movimiento altermundista no puede entregar una respuesta común: la pregunta tiene relación con los resultados concretos de sus acciones y su relación con lo político. Para el conjunto de los componentes del altermundismo los Foros Sociales deben -sin ninguna duda- seguir siendo lo que son desde su nacimiento: espacios de encuentro, debate y búsqueda de convergencias entre actores sociales y ciudadanos, y especialmente la elaboración de propuestas.

Algunos piensan que hay que continuar buscando propuestas y alternativas, sin ir más lejos como el establecer un programa político, aunque fuese mundial. Esta actitud reenvía a una ideología libertaria difusa, pero muy presente en muchas organizaciones. Fue teorizada por John Holloway en un libro llamado "Cambiar el mundo sin tomar el poder". La palabra "poder" está ausente del vocabulario de estos actores, salvo para estigmatizarla, muchas veces en reacción a las derivas totalitarias de los Estados-partidos. Por el contrario el contrapoder y la desobediencia civil aparecen como puntos privilegiados del cambio. Para otros, incluyendo a muchos ciudadanos, la palabra poder no es un tabú. Es verdad que la experiencia pasada (Mitterrand, Lula, por ejemplo) ayuda a no hacerse ilusiones sobre la capacidad o la voluntad de cambiar realmente las cosas desde un gobierno, incluso inicialmente bien intencionado, si no está permanentemente empujado por las movilizaciones sociales. Pero no consideran que la política sea, por esencia, un dominio en que sólo se puede ensuciar las manos.

Los movimientos sociales y ciudadanos pueden influir en los actores políticos permaneciendo fuera de la esfera electoral. ¿Cómo? A través de las movilizaciones, desde luego, pero también produciendo propuestas que sean discutidas por la sociedad.

A nivel internacional, 19 participantes regulares de los foros sociales, provenientes de quince países (entre ellos el autor de estas líneas) tomaron la iniciativa de elaborar un conjunto de 12 propuestas estructurantes para otro mundo posible, las que fueron presentadas el 29 de enero de 2005, bajo el nombre "manifiesto de Porto Alegre" el que fue publicado en el número 50, marzo de 2005, de la edición chilena de Le Monde Diplomatique. Un año después, en vísperas del Foro Social Mundial de Bamako, cientos de asistentes adoptaron un documento programático a vocación planetaria, conocido como "El llamado de Bamako" (1).

A través de la ampliación de la conciencia ciudadana, de acciones de educación popular, de "concienciación" se puede contribuir a la formación de un terreno cada vez más refractario al neoliberalismo e influenciar a los actores del juego político.

En última instancia la hegemonía neoliberal se basa en la conquista de las mentes. Por ello la crítica del sistema mediático, actor económico y vector ideológico de esta hegemonía, es una prioridad absoluta.

Notas:
1) http://agenciacartamaior.uol.com.br

2)
(Extractos con acuerdo del autor).

Fuente: El grano de Arena 379 (15-1-2007)

miércoles, enero 17, 2007

Nº:53 - Entrevista con Jordi Arcarons sobre la renta básica

Entrevista con Jordi Arcarons sobre la renta básica
Salvador Lopez Arnal

Jordi Arcarons es catedrático de Economía Aplicada en la Facultad de Económicas de la Universidad de Barcelona y últimamente se dedica a asuntos relacionados con la microsimulación. Entre sus publicaciones cabe destacar Econometría con problemas y ejercicios (Alfa Centauro, Barcelona 1995) y Problemas y ejercicios aplicados de Econometría (E.U.B, Barcelona 1997). Junto con Álex Boso, José Antonio Noguera y Daniel Raventós, ha realizado recientemente un estudio para la Fundación Bofill sobre la "Viabilidad e impacto de una Renta Básica de ciudadanía en Cataluña", que será uno de los puntos centrales de nuestra conversación. Arcarons no es sólo un activo miembro de la asociación Red Renta Básica, sino que, además de haber sido uno de los catedráticos universitarios de Economía más jóvenes de nuestro país, es un tenaz, documentado, consistente y paciente defensor -no sólo teórico- de la escuela pública. Por ello, además de todo lo anterior, y para nuestra sana envidia, en honor de la virtud republicana y en línea consistente con los buenos ideales de las izquierdas, es presidente del AMPA de un Instituto de secundaria de Barcelona.

* * *

¿Cómo podríamos definir desde un punta de vista económico la renta básica de ciudadanía? ¿Qué objetivo central se persigue con su implementación?

La RB no tiene una definición "económica" distinta a, por ejemplo, una definición filosófica o sociológica. La RB es un ingreso pagado por el estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre, o dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva. Es una forma extensa y clara de expresar lo que con menos palabras sería: una Renta Básica es un ingreso pagado por el estado a toda persona por el solo hecho de serlo.
El objetivo central que se persigue con su implantación es muy fácil de resumir: garantizar las condiciones materiales de existencia a toda la población. Es un objetivo claramente comprometido con la concepción republicana de la libertad (aunque la mayor parte de las justificaciones filosóficas han sido liberales, crece especialmente entre autores catalanes el interés por justificar republicanamente la Renta Básica). Para el republicanismo, las personas no son libres si no tienen garantizadas las condiciones materiales de existencia.

Pero debemos entender entonces que personas que trabajen y vivan en un determinado país donde se implante la renta básica, independientemente de que tengan o no todos sus papeles sellados, tendrían derecho a recibir la renta. ¿Es así? ¿Podrías acotar un poco más la noción de "miembro en pleno derecho de la sociedad o residente"?

Es así, efectivamente. Queda por concretar el tiempo de residencia. En la ley 10.835 del 8 de enero de 2004 firmada por el Presidente de Brasil, Lula, la ley de la Renta Básica de Ciudadanía (que se empezará a aplicar por fases en enero de 2005), se contempla, para poder percibirla, un mínimo de 5 años de residencia para los extranjeros. La noción de "miembro en pleno derecho de la sociedad o residente" no se puede acotar, quiere decir lo que dice: toda la ciudadanía y los residentes (con un tiempo de residencia que es lo único que debería concretarse).

¿La implantación de la renta básica conllevaría la ausencia de la intervención pública en asuntos como la sanidad o la educación, por ejemplo? O dicho de otra forma, si un ciudadano recibe la renta entonces debería él mismo abonar sus costes sanitarios o educacionales. O, en otro orden de cosas, ¿la renta básica eliminaría otras rentas como, por ejemplo, la jubilación?

En primer lugar debe quedar claro que la implantación de una Renta Básica, por su propia definición, no puede entrar en conflicto con las coberturas que hoy por hoy garantiza el sistema público de salud, pensiones, educación, etc. En todo caso, debe asumirlas, complementarlas y, ante todo, mejorarlas.
Por ello, las distintas propuestas de viabilidad y financiación de Renta Básica que hemos manejado y estudiado en nuestro trabajo, parten del principio de ser neutrales con la recaudación fiscal vigente; lo que, a su vez, también garantiza serlo con el actual sistema de pensiones contributivas, salud y educación. Esto significa, por ejemplo, que cuando la cuantía de la Renta Básica se sitúa por debajo de esas pensiones contributivas, el ciudadano percibe, además, por parte del sistema público la cantidad restante. Fíjate que antes he subrayado contributivas, porque cualquiera otra pensión o ayuda que reciban los ciudadanos, no contributiva, por supuesto que queda incorporada y asumida por la transferencia que supone la percepción de la Renta Básica y, en consecuencia, eliminada.
En definitiva, lo que estamos diciendo es que hemos contemplado la financiación de la Renta Básica, mediante una reforma impositiva, a la que más adelante podremos referirnos con más detalle y profundidad, sin detraer otros recursos del sistema; en consecuencia, todo lo que en la actualidad tiene financiación pública (sanidad, educación, etc.), se mantiene igual en nuestras propuestas de financiación de Renta Básica.

Más allá de consideraciones normativas sobre su corrección o incorrección desde un punto de vista ético o cultural, una de los comentarios usuales es el carácter utópico de la propuesta. ¿A qué crees que se quiere apuntar cuando se critica esta propuesta por utopismo?

La palabra "utópico" tiene sentidos diferentes. Básicamente, podemos resumirlos en solamente dos: 1) "utópico" es igual a deseable pero imposible de conseguir, y 2) "utópico" porque nunca se ha visto realizado. La RB no es utópica en ninguno de los dos sentidos. En el primero, porque si algo empieza a estar claramente mostrado es que la RB puede financiarse sin tocar excesivas teclas (y más adelante hablaremos de ello con detalle). En el segundo, porque hay un lugar, Alaska, donde existe una RB desde hace 20 años. Y, por cierto, con unas consecuencias en la distribución de la renta entre la población de ese estado diametralmente opuestas a la que ha habido en los restantes estados norteamericanos en este mismo período de tiempo.

Podrías darnos alguna información revelante sobre esta experiencia que citas. Tú decías antes que la renta básica estaba fuertemente relacionada con la concepción republicana de la libertad.
¿Los ciudadanos de Alaska son más libres después de la implantación de la RB? ¿No se han producido efectos colaterales no deseados como, por ejemplo, "incremento de la pereza laboral" o falta de interés en los asuntos públicos?

En Alaska, empezando hace 20 años con una distribución anual muy pequeña, ahora se reparten unos 2.000 dólares anuales. No es una cantidad realmente alta, pero ha servido para que la distribución de la renta en aquel estado no haya seguido la misma tendencia que en los otros 49 estados, en donde a lo largo de estas dos últimas décadas, y como es bien conocido, los ricos tienen mucho más y los pobres mucho menos. Precisamente, este dato de la distinta tendencia de la distribución de la renta de Alaska fue utilizado por el actual co-presidente de la Basic Income Earth Network, el senador del Partido de los Trabajadores del Brasil, Eduardo Suplicy, principal artífice de la ley 10.835 antes mencionada. En todo caso, en http://www.apfc.org/ puede obtenerse información detallada sobre esta Renta Básica de Alaska.
Debo añadir, para evitar cualquier confusión, que la Renta Básica que se recibe en Alaska se diferencia de la definición dada más arriba en que se recibe de una fundación, no del Estado.
En lo que respecta a tu segunda pregunta, sobre si se han producido efectos colaterales no deseados como, por ejemplo, incremento de la pereza laboral o falta de interés en los asuntos públicos, rotundamente no.
Pero me gustaría entrar en tu otra pregunta: "¿Los ciudadanos de Alaska son más libres después de la implantación de la RB?" Si se entiende lo que es la libertad republicana, esta pregunta no puede ofrecer dudas en la respuesta: sí. Siempre que se considere la igualdad de los otros factores. Quiero decir que si no se han degradado otros factores que interesan a la libertad republicana, con una Renta Básica parcial como la de Alaska, los ciudadanos son más libres, claro. ¿Qué es la libertad republicana? Me permito reproducir, porque creo que mejor no se puede decir, la definición que ofrecen María Julia Bertomeu y Antoni Domènech en un texto aún no publicado:
"En la tradición histórica republicana, el problema de la libertad se plantea así: X es libre republicanamente (dentro de la vida social) si: a) no depende de otro particular para vivir, es decir, si tiene una existencia social autónoma garantizada, si tiene algún tipo de propiedad que le permite subsistir bien, sin tener que pedir cotidianamente permiso a otros; b) nadie puede interferir arbitrariamente (es decir, ilícitamente o ilegalmente) en el ámbito de la existencia social autónoma de X (en su propiedad); c) la república puede interferir lícitamente en el ámbito de existencia social autónoma de X, siempre que X esté en relación política de parigualdad con todos los demás ciudadanos libres de la república, con igual capacidad que ellos para gobernar y ser gobernado; d) cualquier interferencia (de un particular o del conjunto de la república) en el ámbito de existencia social privada de X que dañe ese ámbito hasta hacerle perder a X su autonomía social, poniéndolo a merced de terceros, es ilícita; e) la república está obligada a interferir en el ámbito de existencia social privada de X, si ese ámbito privado capacita a X para disputar con posibilidades de éxito a la república el derecho de ésta a definir el bien público; f) X está afianzado en su libertad cívico-política por un núcleo duro –más o menos grande— de derechos constitutivos (no puramente instrumentales) que nadie puede arrebatarle, ni puede él mismo alienar (vender o donar) a voluntad, sin perder su condición de ciudadano libre."
Si se entiende, digo, lo que es la libertad republicana, poca duda creo puede haber sobre lo que una Renta Básica de Ciudadanía podría aumentarla en las condiciones socioeconómicas de principios del siglo XXI. Hay alguna gente entre nosotros (David Casassas, Jordi Mundó, Antoni Domènech y Daniel Raventós) que están trabajando precisamente la relación entre Renta Básica y libertad republicana.

Has participado recientemente en un detallado estudio de financiación de la propuesta, ¿podrías indicarnos quienes habéis tomado parte en esta investigación y cuáles han sido vuestros objetivos?

Es un estudio financiado por la Fundació Jaume Bofill ("Viabilitat i impacte d’una Renda Bàsica de ciutadania a Catalunya"[Viabilidad e impacto de una Renta Básica de ciudadanía en Cataluña]) y han participado, además de mí, tres personas más: Àlex Boso, un estudiante de doctorado de la Pompeu Fabra; José Antonio Noguera, profesor de la Autónoma de Barcelona, y Daniel Raventós, profesor como yo de la Universidad de Barcelona, al que tú mismo entrevistaste para el El Viejo Topo en enero de 2001. Todos somos miembros de la asociación Red Renta Básica, sección oficial de la Basic Income Earth Network.
Para realizar este estudio, hemos dispuesto de una muestra individualizada de declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para el ámbito de Cataluña del ejercicio de 2000. Dicha muestra, cuyo tamaño es cercano a las 210.000 observaciones, contiene las principales variables y magnitudes que quedan definidas en el IRPF. En resumen, permite una imputación prácticamente exhaustiva de todo el flujo de rendimientos netos (trabajo, capital mobiliario, inmobiliario, actividades económicas, etc.) susceptibles de gravamen, de todo el conjunto de declarantes de Cataluña. Además, es representativa de las principales variables que permiten analizar las características socio-familiares de los declarantes, tales como: edad, estado civil, descendientes, ascendientes, declaración individual o conjunta, etc.
Esta información es la base del modelo de microsimulación que hemos desarrollado para efectuar una propuesta de financiación de la Renta Básica en Cataluña, principal objetivo del estudio que nos ha encargado la Fundació Jaume Bofill.

¿Crees que vuestro estudio sería aplicable, con los necesarios matices, a otros países o zonas geográficas?

Efectivamente, el modelo de microsimulación es aplicable a otros países o zonas geográficas precisando para ello solamente, y como resulta por otra parte comprensible, un cambio en la base de datos.

¿Y a qué conclusiones habéis llegado?

La primera conclusión es que, mediante una reforma del IRPF, se puede financiar una Renta Básica de una cuantía anual de 5.414,4 euros por adulto y de la mitad, 2.707,2 euros, por menor de 18 años. Estas cantidades corresponden a 12 pagas del Salario Mínimo Profesional correspondiente al año 2003, que es cuando iniciamos el estudio.
En segundo lugar, cabe señalar el gran impacto en la redistribución de la renta que tendría la implantación de la Renta Básica. Todos los indicadores que hemos calculado a tales efectos así lo ponen de manifiesto.
En tercer lugar, y aunque sea algo que se aparta propiamente del estudio, constatamos el gran fraude fiscal existente. Según los datos oficiales de los que partimos, en las declaraciones del IRPF en Cataluña del año 2000, los niveles de renta para clasificar a la población más rica, son claramente muy bajos. Con situaciones más cercanas a la realidad (si aflorara el fraude o la ocultación de rentas), no cabe duda que la financiación de una Renta Básica sería mucho más factible y viable.

Podrías precisar algo más la segunda afirmación. ¿Qué efectos redistributivos de tendencia igualitaria comportaría la implantación de la renta?

Nuestro modelo de microsimulación permite analizar exhaustivamente ––en la respuesta a una pregunta anterior ya he hecho alguna referencia a ello–– la situación de toda la población de Catalunya que realiza su declaración de IRPF. Ello nos permite efectuar simulaciones con las que poder cuantificar el impacto que determinadas reformas de este impuesto tiene sobre la recaudación del mismo y, lo que es más importante, qué colectivos resultan beneficiados o perjudicados por esas reformas. Este tipo de resultados reflejan con bastante claridad el efecto redistributivo que tiene la Renta Básica, puesto que las franjas de población más pobres, por ejemplo las cuatro primeras decilas ordenadas según ingresos ––lo que representa el 40% de la población más desfavorecida––, aumentan su participación en la Renta total. Por otra parte, también los indicadores habituales que se utilizan en el análisis de distribución de la renta, el clásico índice de Gini, como medida de desigualdad, o algunos otros más recientes, como Kakwani o Suits, que son índices de progresividad, señalan claramente esa mejora redistributiva: disminuye la desigualdad en la renta, disminuye la concentración en el impuesto y aumenta el grado de progresividad en el impuesto y en la transferencia que supone la Renta Básica.

Un argumento esgrimido por los críticos de la renta ciudadana consiste en señalar sus negativas consecuencias sobre el efecto llamada. Los desfavorecidos de la Tierra emigrarían en esa dirección. El futuro estaría garantizado para ellos y la situación se volvería imposible: no habría ni puede haber tanto para tantos.

Siempre que se mejora la situación de los más desfavorecidos de los países ricos, objetivamente existe el efecto llamada. ¿Vamos por ello a defender que mejore la situación de los más ricos de los países ricos y que se empeore la situación de los más pobres de estos países? Absurdo, ¿verdad? Los pobres de los países pobres emigran porque consideran que su país de origen no les ofrece ninguna oportunidad de vida. Es cierto que los estudios de financiación se han realizado donde hay un sistema fiscal desarrollado, que es en los países ricos, pero la idea original de la Renta Básica es que sea para toda la población mundial. En los últimos años ha habido un interés en países pobres o muy pobres (como Timor Oriental) por la Renta Básica. Creo que hay recursos económicos para que todos los habitantes de la Tierra puedan vivir, pero eso, es evidente, implica otras prioridades de las que tienen los que hoy gobiernan (o dominan, republicanamente hablando) el mundo.

Dentro de los partidarios de la renta básica, hay diferentes puntos de vista y distintos posicionamientos políticos. ¿Cuáles son las diferencias básicas? ¿Hay alguna posibilidad de acercar posiciones?

En mi asociación, la Red Renta Básica, hay distintas posiciones políticas, económicas y filosóficas, diferentes formas de defender la Renta Básica. Sólo que se dé un vistazo a www.redrentabasica.org se podrá constatar la pluralidad de enfoques, disciplinas y posicionamientos políticos con que se aborda la Renta Básica. Si vas más allá, hacia la Basic Income Earth Network (BIEN), la red internacional de la cual somos sección oficial, los planteamientos distintos (ya sean filosóficos, económicos, políticos) se amplían. Y difícil es que pudiera ser de otra manera. La BIEN siempre ha rehuido los sectarismos intelectuales y políticos. De ahí su fuerza. Pero hay gente que no considera que las cosas deban ser así y que creen que con el sectarismo más intransigente se puede ir a algún sitio. Por otra parte, lo que ocurre es que cuando una propuesta como la Renta Básica pasa de los pequeños círculos a ser conocida y discutida por más amplios sectores, hay elaboraciones de mucha, de poca y de pésima calidad. Eso ocurre con la Renta Básica y con todas las propuestas que valga la pena tener en cuenta. Pero para consolarnos, si cabe, debe decirse que lo mismo ocurre con los críticos de la Renta Básica: hay de primera, de segunda y hasta de tercera división. Nada nuevo bajo el Sol.

Sobre esto último te quería comentar que, recientemente, Luis M. Linde, en Revista de Libros, tomando datos de 2002, señalaba que la implantación de una renta básica de 300 euros mensuales en el marco de España exigiría al Estado un reembolso adicional de 72.000 millones de euros. Apuntaba entonces que la fiscalidad necesaria para tal incremento del gasto público era un imposible económico, una mera quimera. ¿Qué podrías decir de este cálculo y de esta consideración crítica?

Bien, como ya te he apuntado en una pregunta anterior, nuestra propuesta de financiación de la Renta Básica consiste en una reforma en profundidad del actual IRPF. ¿Por qué sólo consideramos la reforma del IRPF y no contemplamos una financiación complementaria a través de otros impuestos como IVA, Patrimonio, Sucesiones, etc.? Ante todo por un problema de información. Ya se ha dicho, también, que hemos tenido acceso a datos individualizados del IRPF de Catalunya, pero no de los otros impuestos que se recaudan en Catalunya. Aunque se pueden aducir algunas otras razones, como por ejemplo las peculiaridades redistributivas del IRPF frente a otras figuras impositivas, lo que hace a este impuesto especialmente interesante para nuestros objetivos; o la repercusión en la inflación de cualquier incremento en la presión fiscal vía IVA, etc.
Pero contestando directamente a la pregunta, debo decir que la cuantía de 5.414€ anuales que nosotros fijamos como transferencia de Renta Básica para cada adulto y la mitad de la misma para cada menor de 18 años, supone para el año 2003 (siguiendo las estadísticas oficiales de población que publica el IDESCAT) un montante aproximado de 30.000 millones de €.. La financiación de esta cantidad se efectúa en parte -unos 8.000 millones de €-- por el ahorro que supone la propia implantación de la Renta Básica, puesto que se eliminan todas aquellas partidas de gasto público (pensiones, transferencias, subsidios, ayudas, becas, etc.) que no superan la Renta Básica, y la parte equivalente a la Renta Básica de aquéllas que sí la superan, en este ultimo caso se trata únicamente de pensiones contributivas. Para estas últimas el ahorro es la propia Renta Básica que ya se transfiere, puesto que el Estado hace frente tan solo a la cantidad restante. ¿Qué sucede con los 22.000 millones de € restantes para la financiación de la Renta Básica? Esta cantidad es la que debe financiarse a través de la reforma del IRPF.

¿Y cuáles deberían ser, en vuestra opinión, los ejes fundamentales de esta reforma?

En primer lugar, la eliminación de todas las reducciones, deducciones y mínimos vitales que contempla el actual IRPF. En segundo lugar, el tratamiento por igual de los rendimientos de la base imponible general y especial, que en el actual IRPF están diferenciados con un gravamen mucho más beneficioso para los de la parte especial, puesto que tributan a un tipo único del 15%. Por último, aunque aquí pueden barajarse diferentes supuestos (de hecho en nuestro trabajo manejamos hasta 8 simulaciones distintas), un tipo y un tramo único para todos los rendimientos.
Utilizando el supuesto más radical de los que presentamos en nuestro trabajo, los principales resultados y conclusiones se resumen en lo siguiente. Un tipo único del 57,5% permite una recaudación que financia los 22.000 millones de € antes referidos y, además, la cantidad cercana a los 9.500 millones de €, que Catalunya va a recaudar en el año 2003 con el IRPF actual. Ello quiere decir que, bajo este supuesto, se puede asumir la Renta Básica (5.414€ anuales por adulto y 2.707€ para menores de 18 años) sin detraer ningún ingreso del Estado por la vía impositiva del IRPF. Este mismo supuesto determina que, en torno al 57% de los declarantes del IRPF de Catalunya salen beneficiados con la transferencia de Renta Básica. Esto es: si comparamos el caso actual sin Renta Básica y con el IRPF vigente, y el que tendría con Renta Básica aunque tributando al 57,5% por IRPF, la segunda situación sería favorable para un 57%, porcentaje al que, por supuesto, deberíamos añadir toda aquella parte de la población que no tributa por IRPF (porque no está obligada a hacerlo) y que también resultaría beneficiada por la transferencia de Renta Básica.

¿Pero estaríamos hablando, pues, de un tipo único de más del 50% que parece muy elevado?

Hablaríamos de un tipo único del 57,5% que, efectivamente, es muy elevado. Pero podemos matizar la anterior afirmación, puesto que si calculamos el tipo efectivo -el porcentaje que realmente se paga después de haberse transferido la Renta Básica- por decilas de renta (ordenando a la población según renta y dividiéndola en 10 partes iguales) resulta que del 10% al 50% de la población, la mitad más pobre, tiene un tipo negativo (del -269% al -4,70%); en los tramos del 60% al 90%, la mal llamada clase media, los tipos efectivos oscilan del 4% al 29%, mientras que en el último tramo, el 10% más rico, el tipo efectivo se sitúa en el 45%.
Por último, y también a título ilustrativo, puede efectuarse una simulación de hogar-tipo que refleje los valores de comparación de la reforma y de la situación actual. Por ejemplo, el caso de un hogar con dos perceptores de rentas y dos menores a su cargo que ingresan anualmente 24.000€.. Con el actual IRPF este hogar está pagando 1.713€ anuales con un tipo efectivo del 7%. Con la reforma de la Renta Básica anterior estaría pagando 13.800€ anuales, pero recibiendo algo más de 16.000€ anuales, lo que supone un tipo efectivo de -10%. Como resultado comparativo este hogar-tipo saldría beneficiado en la reforma de la Renta Básica en, aproximadamente, 4.000€ anuales.
Para terminar, otra propuesta de reforma, en todo equivalente a la apuntada anteriormente, aunque con la salvedad de rebajar veinte puntos el tipo impositivo único -más precisamente, al 37,3%-, permite financiar el 65% de la Renta Básica ya señalada y, por supuesto, manteniendo la neutralidad recaudatoria, los 9.530 millones de € ya mencionados. En este caso, la transferencia por Renta Básica se situaría en 3.520€ anuales por adulto y 1.760€ anuales por menor. Fíjate, que seguimos hablando de una reforma muy importante, pero que en términos de presión fiscal situaría el tipo efectivo del 10% de población más rica un poco por debajo del 30%.

Nº:52 - La NED, las ONG y el uso imperial de la filantropía

La NED, las ONG y el uso imperial de la filantropía
Joan Roelofs

Introducción

Una visita a algunos países del mundo en vías de desarrollo, como Palestina o Pakistán, muestra una tendencia inquietante.
Cada vez más, las ONG están llevando a la juventud de la clase media lejos de la participación política y de la afiliación a los partidos, hacia lo que Tariq Ali refiere como "la política virtual", donde puede ganarse un buen dinero y al mismo tiempo dar satisfacción a la conciencia culpable de esa juventud: las ONG.
Al preguntarle sobre el papel de las ONG, en el reciente Foro Social Mundial en Karachi, Tariq Ali dijo:
"No podemos generalizar, pero comúnmente, las ONG se han llevado gente de la política. Se les da un nombre equivocado, yo pienso en ellas como WGO -Organizaciones Gubernamentales Occidentales-. Esto no es especifico para Pakistán sino para todo el planeta. No obstante, estas organizaciones no suplen el proceso político. No es política real; es política virtual.
Algunas estimaciones dicen que hoy hay más de 5.000 ONG sólo en la Palestina ocupada, absorbiendo lo mejor y más brillante de la participación política y dejando el campo libre a las organizaciones religiosas y sus milicias.
Algunos que en los años 60 se habrían enrolado en el Frente para la Liberación de Palestina hoy fundan una ONG y consiguen financiación de fundaciones y universidades europeas o estadounidenses para construir ‘la sociedad civil’.
Desde Hanan Ashrawi a Mustafá Barghouti, se dice que todos ellos han puesto a funcionar sus propias ONG. En Pakistán, un partido de izquierda, ¡opera en paralelo con su propia ONG!
Localmente en Canadá, muchos que, de otro modo, habrían estado activos en el proceso político, están hoy empleados por las ONG. Convenientemente etiquetadas como el inofensivo ‘sector con fines no lucrativos’, son financiadas por los propios gobiernos a los que estos activistas se proponen oponerse. ¡Siendo avispado, elocuente y suave, no debe esperarse que estos activistas, que se alejan de los partidos políticos, muerdan la mano que los alimenta!.
Yo veo las ONG y el llamado ‘sector con fines no lucrativos’ como el opio de la izquierda’.
Aquí está un artículo bien documentado sobre el fenómeno de las ONG y quienes están detrás de ellas.

Lee y reflexiona.

La NED, las ONG y el uso imperial de la filantropía ¿Por qué también odian nuestros amables corazones?

En los últimos años ha habido naciones que han cuestionado las actividades y la propia existencia de organizaciones no gubernamentales. Rusia, Zimbabwe y Eritrea han promulgado nuevas medidas para el preceptivo registro, la afiliación al ‘Instituto de la Sociedad Abierta’ se ha cerrado en Europa Oriental, Venezuela ha incriminado por traición a los líderes de la ONG ‘Súmate’ y en Iraq y Afganistán han asesinado a personal de ONG benéficas occidentales (CARE y Médicos Sin Fronteras).
¿Cuáles son estas organizaciones y quiénes o qué están detrás de ellas?
Son las herederas de los misioneros que realizaron numerosas acciones benéficas, llevaron máquinas de coser a Bulgaria, ideas de la liberación de la mujer a las vendadoras de pies chinas y medicinas salvadoras de vidas al mundo menos industrializado. No obstante, los misioneros también sirvieron como exploradores para las grandes empresas y los colonizadores, estrechando lazos con la gente local más ambiciosa, sobre todo con aquellos adeptos al bilingüismo.
Los misioneros todavía operan hoy, pero el campo se ha poblado más diversa e intensamente. Las ONG de hoy son elefantiásicas, serpenteantes y bizantinas. Pueden ser organizaciones internacionales con sus afiliados locales o grupos de trabajo en red, aparentemente espontáneos.
La mayoría de los fondos y su dirección vienen de las naciones ricas. A menudo los donantes forman un conglomerado que crea responsabilidades mutuas y una ambigüedad considerable. CIVICUS, una asociación para promover la ‘sociedad civil’ mundial, está financiada, entre otros, por American Express, La fundación Bristol-Myers Squibb, la Carnegie Corporation, la Agencia de Desarrollo Internacional Canadiense, la Fundación Ford, la Universidad de Harvard, Oxfam y el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas.
Aunque la fuente es confusa, el mensaje normalmente está claro: ‘democratización’, lucha por los derechos civiles y elecciones, pero también debe incluir una puerta abierta al capital extranjero, contratos de mano de obra, extracción de recursos y entrenamiento militar. Estas redes también definen la ‘sociedad civil’ incluyendo conciertos de rock y gentío callejero, pero no servicios gubernamentales de provisión de salud en clínicas de maternidad, cuidado de los niños o de gente mayor.
Las agencias gubernamentales de las naciones ricas son financiadoras de importantes ONG. La más notoria es la estadounidense Fundación Nacional para la Democracia (NED, aparentemente una fundación no gubernamental), creada por el Congreso en 1983 para realizar abiertamente las actividades que había llevado a cabo de forma encubierta la CIA en la guerra fría. Cuando estas operaciones se revelaron en 1967, hubo una conmoción, no tanto porque Estados Unidos estaba financiando secretamente a grupos políticos y sindicales extranjeros, como porque algunas organizaciones como la Asociación de Educación Nacional, El Gremio Americano de Periódicos, la Federación Estatal Americana, Empleados Municipales y del Condado, y la Asociación Nacional de Estudiantes fueron utilizadas en secreto como intermediarias y todos, menos los funcionarios de la cúpula, lo ignoraban. Las fundaciones reales y falsas también distribuyeron fondos de la CIA.
La NED cambió esto, pero no mucho. Ahora distribuye fondos abiertamente, tanto directamente como a través de otras organizaciones. Su "núcleo de donantes" son el Centro Internacional de la Empresa Privada (Cámara de Comercio estadounidense), el Centro Americano para la Solidaridad Obrera Internacional (del AFL-CIO) y, asociados con los partidos, el Instituto Demócrata Nacional para Asuntos Internacionales y el Instituto Republicano Internacional. Algunas fundaciones privadas recaudan dinero, por ejemplo, Smith Richardson y Mellon-Scaife. La Fundación de Mott dio al IDN 150.000 dólares en 1998 "para aumentar la confianza pública en la democratización y la transición a una economía de mercado en Ucrania". Las fundaciones también cofinancian directamente a los últimos beneficiarios de la NED. Así, Lilly Endowment apoya al Instituto para la Libertad y la Democracia de Perú, encabezado por Hernando de Soto, que ofrece los remedios del libre mercado para la pobreza.
Otras democracias capitalistas tienen ahora fundaciones gubernamentales similares a la NED, y trabajan en colaboración, por ejemplo, Derechos Canadienses y Democracia y la británica Fundación Westminster para la Democracia. Otras agencias estadounidenses se han unido a la NED y a la CIA en este trabajo, entre las que destacan la Agencia Estadounidense para Desarrollo Internacional (USAID) y la Agencia de Información de Estados Unidos (USIA), que apoyan y crean ONG y medios de comunicación extranjeros.
Alemania, Francia, los Países Bajos, Grecia, Italia y Suecia financian las fundaciones de sus partidos políticos. Los miembros europeos de la Internacional Socialista financian el Foro Europeo para la Democracia y la Solidaridad, que distribuye la ayuda a la "democratización".
La Unión Europea tiene programas por todo el mundo de donaciones para el desarrollo sostenible y la democratización. La OTAN financia, entre otros, programas de apoyo a organizaciones medioambientales. Agencias de las Naciones Unidas como UNICEF, OMS, UNESCO, PNUD, y FAO han operado de esta manera mucho tiempo y el Banco Mundial financia, patrocina, guía y coordina redes de organizaciones de pueblos pobres.
Las ONG de las naciones prósperas tienen extensos programas de subvenciones en ultramar. Éstos no sólo incluyen los evidentemente internacionales, como American Friends Service Committe, Rotary y Oxfam, sino también las organizaciones sindicales como la Federación Americana de la Fundación Educativa de Profesores. Las fundaciones corporativas están activas por todo el mundo y a veces tienen fondos separados dirigidos por empleados, por ejemplo, el Fondo de empleados de Boeing que apoya la beneficencia en Japón e Inglaterra.
¿Por qué ofenderían estos esfuerzos filantrópicos a alguien? ¿Por qué odian nuestros amables corazones?
En primer lugar, estas filantropías público/privadas han operado juntas para financiar o, directamente, derrocar movimientos. Teníamos aquí un "Comité de Control de Actividades Subversivas" y se animó su exportación. Las actividades de los receptores incluían la desestabilización, fomentar muchedumbres en las calles que impidieran decidir a los gobiernos electos, el caos y la violencia. Entre los financiados están el Foro Cívico en Checoslovaquia, Solidaridad en Polonia, la Unión de Fuerzas Democráticas en Bulgaria, Otpor en Serbia y más recientemente grupos similares en los estados sucesores de la URSS. A veces las multitudes (sobre todo de personas jóvenes) se han trasladado de un país a otro para dar la impresión de una inmensa oposición popular. La NED, las fundaciones Rockefeller y Ford y las filantropías de Soros han sido particularmente activas en estas operaciones. Human Right Watch (antes Helsinki Watch) ha nutrido a grupos de oposición. Se excluyó a los reformistas en busca de la democracia social o del socialismo democrático; tales sistemas podrían oprimir a los " buitres capitalistas."
Es difícil saber cuánto apoyo nativo existió para las revoluciones financiadas por occidente, así como los medios de comunicación e información (sobre todo si no podemos leer en mongol, búlgaro, o uzbeco) producidos por el mismo conglomerado. Por supuesto, todas las revoluciones las hacen las minorías, a menudo con ayuda de aliados extranjeros. Sin embargo, según las normas actuales, incluidas en la Carta constitucional de la ONU, subvertir con la intención de derrocar gobiernos extranjeros es una grave violación de la ley internacional. Muchos se escandalizaron por las actividades de la NED que complementaron otros instrumentos de intervención que ayudaron a destruir la revolución sandinista en Nicaragua. No obstante, las elecciones de 1990 fueron juzgadas por los observadores de la ONG como libres; ni una mención a las amenazas de aniquilación física ni a los millones de dólares extranjeros que violaron la pureza de ese proceso. Los diseñadores de las políticas de la "guerra fría liberal" han defendido las acciones encubiertas como una alternativa pacífica a la invasión, pero no es como si la acción militar hubiera desaparecido, trabajan juntas.
Estos esfuerzos son continuos. El auto de procesamiento venezolano es simplemente una indicación de la operación más grande de NED-ONG. Planes para aniquilar la revolución cubana vía "bibliotecas independientes," "Red Feminista Cubana," y otras organizaciones creadas, se explican claramente en la página web de la NED.
Las ONG también se utilizan para desestabilizar movimientos revolucionarios o incluso reformistas que pudieran interferir con las metas neoliberales y estorbar la capacidad de las grandes empresas para ir a cualquier parte y hacer lo que sea. Así, como ha informado James Petras, se captan grupos sociales radicales y a sus líderes en ONG dedicadas a dignos proyectos de perfeccionamiento que no son ninguna amenaza para los intereses occidentales. En lugar de actuar en amplios movimientos que desafíen las causas sistemáticas de la opresión, los activistas son reclutados en discretas y bien financiadas “identidades” políticas y en organizaciones de un solo-problema; y la pobreza es simplemente otro problema minoritario.
En India y el sur de África, los mismos pobres a quienes han organizado en las asociaciones de Slum Dwellers y Shack Dwellers, se reúnen con la gente del Banco Mundial para discutir qué se hará. Los contrarios al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fueron canalizados a grupos a los que se invitó y financió para asistir a las reuniones que preparan este tratado. Los que han estado implicados contra la devastación del petróleo, la tala de madera o la extracción mineral a lo largo del mundo pueden utilizar los "mecanismos participativos" del Consejo de la Tierra, uno de cuyos miembros directivos es Klaus Schwab, director del Foro Económico Mundial. Las conferencias para los reclamantes "paralelos" a la elite de la globalización están apoyadas por esa misma elite. Ésta crea una interacción fructífera entre los disidentes, pero también puede funcionar como una táctica perturbadora. No lo sabremos a menos que estas posibilidades se investiguen.
Es importante mejorar para mantener esas sociedades recientemente "marketizadas" en un rumbo firme a pesar de la pobreza aplastante. En Mongolia (como en otras partes), "la terapia del susto," que ha diezmado tanto el empleo como los servicios sociales, ha producido niños callejeros, prostitución infantil y aumento de la mortalidad maternal, cosas que no ocurrieron en sus fases "subdesarrolladas" o comunistas. Sin embargo, los conciertos de rock y las multitudes callejeras han logrado la libertad. Enter-PACT (originalmente, Agencias Privadas Colaborando Juntas, financiadores que incluyen ahora a la Fundación Ford, US AIDS, Mercy Corps International, Nature Conservancy, Banco Mundial, Citigroup, Cheurón, Levi Strauss, y Microsoft) suministra algunos suplentes a las anteriores instituciones socialistas mientras la desesperación conduce a los líderes de Mongolia a dar la bienvenida a industrias inversoras extranjeras y a la extracción del cobre y el oro.
Para muchas naciones lejos del Atlántico Norte, la OTAN parece prometer seguridad económica. Esta inclinación se ha incitado por la creación, a través de la financiación de programas de la OTAN, de ONG para fomentar el espíritu de la misma y en Bulgaria se ha creado una ONG benéfica para proporcionar empleo a los antiguos funcionarios militares que no encajarían. La OTAN también proporciona fondos a la investigación para las universidades de Europa Oriental que ahora tienen pocos recursos gubernamentales, y está intentando extender su caridad por todo el norte de África y Oriente Próximo.
Destacadas personas de confianza que se sientan en los altos torreones de la promoción de la democracia y de la financiación de las ONG en el campo internacional tienen problemas con el sistema, aunque pueden ignorar o aplaudir las operaciones de derribo. Lo que les preocupa es la relación feudal que existe entre los adinerados patrocinadores institucionales occidentales y los clientes en tierras más pobres y la falta de un auténtico distrito electoral local de las ONG. Thomas Carothers, de la Carnegie Endowment, ha escrito: "La sociedad civil internacional es, en mucho, parte de la misma proyección del poder político y económico occidental que los activistas de la sociedad civil desacreditan en otras jurisdicciones."
Otros se preocupan por la "fuga de talentos" que se da entre las escasas personas formadas que se alejan del servicio al gobierno o a auténticas organizaciones de redes de trabajo, ninguna de las cuales tiene el poder de ofrecer sueldos o privilegios comparables. Protestan por la imposición de una cultura extranjera que denigra el saber indígena y, paradójicamente, por programas como el de los micro-créditos en el sur de Asia, que refuerzan los aspectos más opresivos del patriarcado de las culturas tradicionales.
Se ha acusado a personal directivo de las ONG de espías. Sea o no éste el caso, el sistema permite el acceso a las remotas culturas nativas, donde la disposición de tierra y sociogramas de influyentes locales pueden trazarse para cualquier propósito. Este tipo de penetración misionera logrado a través de la traducción de la Biblia en la cuenca del río Amazonas, se ha relatado en Hágase vuestra voluntad, de Colby y Dennett.
Las ONG ahora están ampliamente ocupadas en aliviar desastres, ya sean naturales o artificiales, y el ejército estadounidense (con su "coalición") está profundamente implicado tanto en la confrontación como en la aflicción. Para recibir fondos estadounidenses las organizaciones humanitarias deben apoyar la política exterior norteamericana. Por consiguiente, algunas como Oxfam del Reino Unido, han retirado a sus trabajadores de Iraq. El resto están consideradas a menudo como colaboradoras, lo que no es sorprendente puesto que muchas ONG internacionales se han creado para la subversión, el derribo y la ocupación. Algunas incluso han apoyado los bombardeos "humanitarios", sobre todo en el caso de Yugoslavia.
Es difícil evaluar con precisión la complicidad de las ONG porque hay pocos incentivos a periodistas o académicos para estudios críticos y los activistas del anti-capitalismo a menudo están vinculados de alguna manera. La información sobre las ONG viene principalmente de las mismas fuentes financieras, como las "Transiciones en línea" de las empresas de Soros o OneWorld.net, patrocinada por la Fundación Ford y otras. Un recurso de gestión de redes, Ngo.net, está administrado por Casa de la Libertad y financiado por USAID.
El cenit internacional de las ONG, el Foro Social Mundial, se reúne al mismo tiempo que el Foro Económico Mundial, sólo que a gran distancia. La financiación del Foro Social Mundial raramente se analiza por los participantes, cuyos gastos de viaje vienen de fuentes similares. Una excepción es un informe de la Unidad de Investigación en Economía Política India, que explica por qué se negaron los fondos financieros al FSM de 2004 en Mumbai y discute críticamente las actividades de la Fundación Ford en la India.
Es noticia cuando cualquier ONG muerde la mano que la alimenta, como hizo un grupo del teatro paquistaní el pasado mes de noviembre. Invitado a un festival de teatro de mujeres en la India, lo enviaron a casa porque los organizadores juzgaron su contribución demasiado anti-USA para un acto financiado por la Fundación Ford.
Como en todas las generalizaciones, aquí también hay excepciones, obsérvese que algunas ONG son a menudo impecables y que incluso las no tan impecables tienen una dirección y un personal humanitarios. Un reciente intento de disidentes busca donantes internacionales para la "promoción de la democracia" en Estados Unidos, la Fundación Internacional para la Democracia, que podría dar una sacudida eficaz. Incluso es posible que la democracia, la justicia o la igualdad no sean fácilmente alcanzables por semejantes medios. Durante varios siglos las ONG han estado suministrando "ayuda a desastres" por sociedades que han sido "marketizadas". ¿Qué podemos aprender de esta historia?

miércoles, enero 03, 2007

Nº:51 - Entre Bachelet y Evo Morales, ¿existe una izquierda en América Latina?

Entre Bachelet y Evo Morales, ¿existe una izquierda en América Latina?
Alain Touraine

La clave de la democracia social que América Latina nunca ha experimentado no pasa hoy por la Venezuela de Hugo Chávez, un modelo débil de transformación social. La clave se mueve entre dos tendencias opuestas: la globalización exitosa de Chile y el modelo más radical que, a pesar de su fragilidad, está tomando forma en la Bolivia de Evo Morales.

El resultado de muchas de las elecciones realizadas en América Latina en los últimos meses ha llevado a numerosos observadores, quizás a la mayoría, a hablar de una “victoria de la izquierda”, o a describir la evolución del continente en su conjunto, más allá de las diferencias entre los países, hacia una izquierda alejada de las posturas estadounidenses, que se apoyaría en sectores sociales que podríamos llamar “populares”.

Resulta poco provechoso emplear expresiones que han sido inventadas y utilizadas para un contexto totalmente diferente. En Gran Bretaña o Francia, los términos “derecha” e “izquierda” se sitúan en un régimen parlamentario. Y es en Gran Bretaña donde tienen más sentido. Pero el lenguaje correspondiente a un régimen parlamentario se aplica necesariamente mal a uno presidencial o semipresidencial. En el caso latinoamericano, se ajusta tan mal que creo tener buenas razones para defender una postura muy alejada de la que se expresa más frecuentemente.

Las categorías de “izquierda” y “derecha” pierden sentido en América Latina. Lo central en América Latina es si los países logran encontrar una expresión política para sus profundos problemas sociales, si consiguen ubicar las luchas sociales dentro de un marco institucional y democrático.

Que Alan García haya ganado las elecciones en Perú y que finalmente Felipe Calderón, el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), se haya impuesto en México por algunos votos sobre López Obrador, no significa, evidentemente, que América Latina avance hacia la derecha. Descartemos entonces este vocabulario, tanto para describir una evolución en un sentido como en el opuesto. La hipótesis que creo debiera formularse es que el continente en su conjunto se aparta cada vez más de un modelo si no parlamentario, al menos apoyado en mecanismos de oposición entre grupos de intereses y de ideologías diferentes.

AMÉRICA LATINA: MÁS LEJOS QUE NUNCA DE UN MODELO DEMOCRÁTICO
Hoy América Latina parece más lejos de encontrar una expresión política para sus problemas sociales que hace treinta años. En eso radica lo esencial: eso es lo que está en juego y ahí está el fracaso. No se ha constituido un lazo entre los movimientos sociales -fundados en los trabajadores, en sectores urbanos o incluso en grupos étnicos- y partidos políticos que acepten colocar claramente las luchas sociales dentro de un marco institucional que podríamos llamar, al menos formalmente, democrático. Es cierto que América Latina no se ha aproximado casi nunca a un modelo democrático. Evidentemente, en Chile y en cierta medida en Uruguay se desarrollaron, desde fines del siglo XIX, esquemas políticos semejantes a los de Europa occidental, incluso por la importancia otorgada al enfrentamiento entre el clericalismo y el laicismo. Pero el único caso de un país de la región que inició cambios profundos dentro de un marco institucional democrático es el de Chile durante el breve período que va desde el Frente Popular de 1938 hasta la superación del conservadurismo de Jorge Alessandri por la Democracia Cristiana de Eduardo Frei y, después, por la Unidad Popular liderada por Salvador Allende, los comunistas y la Central Única de Trabajadores.

El eco suscitado por el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973) se justifica perfectamente: hasta ese momento, en ningún otro país había llegado tan lejos la asociación entre un movimiento social de múltiples dimensiones y la elaboración de una nueva fórmula de gobierno. Chile no pudo escapar de la debilidad a la que sus instituciones condenaban a todos los presidentes: Allende llegó al poder sólo gracias a un acuerdo con la Democracia Cristiana y, cuando ésta le retiró el apoyo, cayó ante el levantamiento del Ejército, la hostilidad de sus antiguos aliados, el fracaso económico y algunas reacciones conservadoras ampliamente respaldadas por Estados Unidos.

La diferencia entre Chile, por una parte, y Argentina y Uruguay, por otra, era inmensa. En Argentina y Uruguay, la debilidad desde el punto de vista de las condiciones democráticas de los regímenes derrocados por los golpes de Estado impidió que la imagen de una democracia asesinada -que describe bien el caso chileno- se aplicara también a ellos, a pesar de que fueron gobernados por dictaduras casi en los mismos años.

En verdad, sería necesario remontarse bastante en el tiempo para encontrar otro ejemplo tan impresionante de un vínculo fuerte entre movimientos sociales y acciones propiamente políticas de transformación de las instituciones y la sociedad. Este caso sería el de Bolivia, con los grandes movimientos campesinos surgidos antes incluso de la revolución de 1952, y su relación con el régimen de Víctor Paz Estenssoro.

EL CASO MEXICANO
México es considerado una excepción en el continente, ya que ha vivido casi toda su historia postrevolucionaria bajo la dirección de un partido de Estado. Esto fue así hasta que la reforma política separó al Estado del partido y llevó al poder al candidato del PAN, Vicente Fox. Si me guío por el imaginario más que por la realidad, podría anticipar la hipótesis, sostenida por muchos, de que la llegada al poder del candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Manuel López Obrador, habría marcado probablemente una estrechísima asociación de fuerzas sociales y políticas, desconocida en el país hasta el momento -al menos en la forma a la que aludo aquí, ya que Lázaro Cárdenas tuvo seguramente bases sólidas, pero su régimen no pertenecía a la categoría que podríamos llamar “democrática”-.

El reducido margen entre el vencedor y el vencido en la reciente elección presidencial mexicana muestra hasta qué punto México se ha acercado a un modelo de gestión democrática de los cambios sociales. Es necesario incluso ir más allá de esta aparente simetría, pues el gobierno de López Obrador tendría ciertamente como tarea principal reintroducir en el sistema político a una parte importante de la población que hoy se encuentra excluida.

EL FRACASO DEL SÍMBOLO ZAPATISTA
Desde este punto de vista, es preciso reconocer el fracaso de Marcos y los zapatistas. Si bien es comprensible que no haya querido unirse al PRD o a la campaña de López Obrador, la hostilidad hacia este candidato parece tan irrisoria como errada. La campaña de Marcos no le quitó muchos votos a López Obrador, no potenció la defensa de las comunidades indígenas, ni reforzó la necesidad de un proyecto democrático mexicano -elementos que engrandecieron al movimiento zapatista hasta la Marcha sobre México-, lo que finalmente dejó a los zapatistas en una situación de extrema debilidad.

La importancia simbólica del zapatismo justifica la trascendencia del fracaso de su postura. La gran novedad de la acción zapatista hizo nacer la esperanza de una profunda renovación de la vida política en el continente. Pero ha sucedido lo contrario. No sólo el candidato del PAN venció a López Obrador, sino que la propia esperanza nacida del alzamiento zapatista ha desaparecido, y no se ve cómo podría renacer en un futuro próximo.

Sólo resta decir que he colocado el caso mexicano al comienzo de este análisis porque el fin del partido único, la realidad de la reforma política y sobre todo el debilitamiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la fuerte bipolaridad entre lo que casi se podría llamar una derecha y una izquierda, ponen de manifiesto una evolución profundamente diferente de la de los demás países. Todo ha sucedido como si la fuerza que superó el estatismo de tantos años no hubiera sido el catolicismo ultraconservador de Guadalajara sino la influencia creciente de Monterrey, reforzada de forma acelerada por una emigración masiva que ha debilitado mucho la capacidad de acción política de los sectores más desfavorecidos. En ese sentido, aun si la victoria de Calderón no resulta en verdad significativa, ya que el triunfo de López Obrador estuvo igualmente cerca de concretarse, se afirma sin embargo el empuje de los sectores económicos modernos que, desde la elección de Fox, ejercen una gran influencia en la política mexicana. Más allá de los resultados electorales recientes, ¿cómo ignorar la rapidez y el carácter extremo de los cambios ocurridos en Brasil? Pongo énfasis en el caso de Brasil dada la importancia de este país en el contexto político y social latinoamericano, por las inmensas esperanzas colocadas, incluso fuera de sus fronteras, en la victoria de Lula.

EL CASO BRASILEÑO Y LA “GRAN DECEPCIÓN” CON LULA
No es éste el lugar para volver sobre la comparación entre Lula y Fernando Henrique Cardoso, ya que si bien es cierto que Fernando Henrique Cardoso llevó a cabo muchas de las reformas esperadas y prometidas, no puede decirse que haya logrado crear un sistema político sólido y capaz de acompañar los grandes debates sociales. Al igual que Lula, Cardoso no dispuso de una mayoría parlamentaria propia y, por lo tanto, debió formar alianzas que lo debilitaron. Su Presidencia -que se extendió por diez años- marcó una recuperación del Estado y de la capacidad de gobernar. Sin embargo, aunque obtuvo muchos resultados sociales positivos, Brasil no ha reencontrado el crecimiento perdido desde hace tiempo.

En contraste con Cardoso, el Partido de los Trabajadores (PT) buscó desde el comienzo definirse en términos diferentes de los propiamente parlamentarios. Todo anunciaba que la Presidencia de Lula tendría una importancia decisiva, comenzando por el hecho de que el nuevo Presidente había sido antes un líder sindical con una capacidad de movilización social excepcional. Todo anunciaba, en definitiva, que se produciría finalmente la asociación entre el cambio social y una construcción o transformación del sistema político. Tratándose de un país tan importante, se preveía que este logro generaría resultados análogos en muchos otros lugares.

Por esta razón, lo que habría que denominar la “gran decepción” de la Presidencia de Lula ha sido su renuncia a elaborar un proyecto a la vez político y social de cambio. Esto nos obliga a hablar de un fracaso fundamental de las soluciones que podríamos llamar “de izquierda” en el conjunto del continente.

El éxito destacable de Ricardo Lagos en Chile no es una excepción a lo que acabo de mencionar, ya que su adversario no eran los partidos de derecha sino Pinochet, cuya sombra ha seguido cubriendo a toda la derecha chilena, que está lejos de volverse tory, a la inglesa, o de convertirse en un Partido Republicano como el estadounidense.

No hemos encontrado hasta ahora una respuesta satisfactoria a la pregunta que todos se plantean: ¿a qué se debe el fracaso de Lula? Para evitar todo malentendido, el fracaso al que me refiero no es necesariamente un fracaso personal. Lula ha sido reelegido. Pero nadie dice con quién, para quién y contra quién gobernará Lula durante su segunda Presidencia.

UN CONTINENTE QUE NO HA CONOCIDO UNA DEMOCRACIA SOCIAL
La pregunta planteada es tan amplia y ocupa un lugar tan central en la reflexión sobre América Latina que nadie podría pretender aportar una respuesta satisfactoria. De todos modos es necesario, aunque no sea posible aportar toda la argumentación necesaria, ofrecer al menos una hipótesis, que sería la siguiente: en la mayoría de los países latinoamericanos la desigualdad se ha transformado de tal forma en un dualismo estructural, que el continente parece incapaz de lograr lo que Gran Bretaña y otros países, incluidos Estados Unidos y Francia, pudieron crear: algo que va más allá de la democracia política, pero que no la destruye e incluso la refuerza, es decir, una democracia social fundada en el reconocimiento, por la ley o la negociación colectiva, de los derechos de los trabajadores.

Esta imagen, que evoca la sociedad industrial europea y norteamericana, no es compatible con la realidad de Brasil, donde el Estado ha dirigido casi permanentemente tanto la acción económica como la política social, desde el fracaso de las tentativas liberales anteriores a 1930 y sin subestimar la importancia de la presidencia de Juscelino Kubitschek.

El rasgo más importante del sistema político latinoamericano ha sido la constante incapacidad de crear tanto una democracia social como una revolución social. América Latina no ha sido nunca liberal ni revolucionaria, con la excepción evidente de Cuba. Pero ésta es solo en apariencia una excepción y que, desde su ascenso al poder, Fidel Castro manifestó su rechazo al modelo latinoamericano y anunció la prioridad que, siguiendo a Martí, otorgaba a la lucha por la independencia nacional, prioridad que lo condujo a asociarse con el bloque soviético.

ESA FRACASADA MEZCLA DE NACIONALISMO + POPULISMO
Incapaz de elaborar una política fundada en los derechos democráticos y de emprender reformas estructurales profundas, América Latina nunca ha logrado salir de una mezcla confusa de nacionalismo y populismo -cuyo ejemplo más conocido ha sido el peronismo-, lo cual condujo a un doble fracaso: el hundimiento o la desaparición del sistema político y la ausencia de transformación social. Esto se pudo observar especialmente en la crisis argentina de 2001, que no representó el levantamiento de la clase obrera sino, por el contrario, la caída masiva de la clase media. Entonces, cuando todo parecía favorecer a Lula, el fracaso de Brasil obliga a concluir que en este momento las posibilidades de una solución a la vez transformadora y democrática en la región han disminuido mucho, o incluso desaparecido completamente.

Desde hace veinte años, se habla en todas partes de la necesidad de dar prioridad a la lucha contra las desigualdades. En términos generales, esa lucha no se ha producido o, en todo caso, no ha alcanzado sus objetivos. Por esta razón, debemos concluir que ese gran modelo virtual de política latinoamericana -la asociación entre una democracia reforzada y una transformación social voluntarista- no tiene muchas posibilidades reales de concretarse en el futuro.

Los acontecimientos políticos que han tenido lugar en varios países del continente no alientan de ningún modo la idea de un movimiento general hacia la izquierda. Nuevamente se impone la conclusión a la que he llegado, que es la opuesta: el fracaso perdurable y profundo de una democracia social vigorosa. La verdadera pregunta en relación con la situación actual no concierne al rol de tal o cual dimensión de la democracia social. El problema que hay que plantearse claramente es el de las oportunidades de la nueva política de ruptura inspirada por Fidel Castro y representada hoy por Venezuela.

Frente a ese modelo, Hugo Chávez tiene chances para un voluntarismo político y social mucho más radical, en particular en contraste con las oportunidades que tienen los países del Cono Sur. Dado el fracaso de la candidatura de Ollanta Humala en Perú y la complejidad de la situación ecuatoriana -y dejando de lado el caso de Colombia, que demandaría un análisis diferente-, el lugar donde se decide la vida política del continente y su capacidad de inventar un modelo político y social capaz de operar sobre una situación extraordinariamente difícil es, sin ninguna duda, Bolivia.

EL FUTURO POLÍTICO DEL CONTINENTE DEPENDE DEL ÉXITO DE EVO MORALES
La opinión pública latinoamericana lo comprendió de inmediato, y el gobierno de Evo Morales ha recibido hasta ahora un fuerte respaldo, incluso si se tienen en cuenta los conflictos de intereses con Brasil. Parece existir una conciencia general en América Latina sobre la necesidad de aceptar el modelo boliviano tal como se está conformando, en su radicalidad, su nacionalismo y su heroísmo, en sus excesos de lenguaje y también de acciones.

Estoy entre quienes piensan que el futuro político del continente depende hoy, ante todo, de las oportunidades de Bolivia de construir y hacer realidad un modelo de transformación social y, al mismo tiempo, ganar independencia respecto de la retórica de Chávez. Porque, a pesar de los progresos logrados desde su elección, el de Chávez sigue siendo un modelo débil de transformación social, si se consideran los inmensos recursos obtenidos por Venezuela por el aumento brutal del precio del petróleo.

La situación de Morales es de tal fragilidad, que la importancia del caso crece aún más. No sorprende que no haya reunido la mayoría necesaria para el éxito del referéndum, pero la oposición de la región de Santa Cruz sigue siendo muy fuerte, y puede encontrar apoyos en el extranjero. Mientras tanto, la capacidad de gobierno del nuevo equipo es probablemente más frágil y débil de lo que se piensa.

En un momento en que Brasil se prepara para una segunda presidencia de Lula -en un vacío casi completo de proyectos y equipos dirigentes-, es en verdad en la solución más radical que representa la Bolivia de Evo Morales donde se debe ver la posibilidad de establecer un vínculo entre la lucha contra la desigualdad y la lucha por la democracia. Esto es lo que está en juego de manera permanente en los debates de todo el continente, aunque hasta ahora haya arrojado como saldo un fracaso casi general.

EL CASO ARGENTINO: NI IZQUIERDA NI DERECHA
No es por casualidad ni por error que no haya considerado hasta aquí el caso de Argentina, país cuya extrema importancia hace necesario prestarle mucha atención. Me parece que lo más sencillo del análisis es dejar establecido para la Argentina, como para los demás países, el fracaso definitivo del modelo nacional- populista de las décadas pasadas. Es cierto que el actual gobierno argentino, al igual que el anterior, se ha definido como peronista, pero la expresión está prácticamente vacía de contenido y, si se trata de definir con ella la gestión de Néstor Kirchner, es un contrasentido.

¿Cómo se le podría pedir a Argentina que elabore un modelo a la vez político y social de un cambio que realmente no ha buscado? Entretanto, el país comienza a emerger de la catástrofe que ha destruido su economía y su sociedad sin que los resultados obtenidos pongan de manifiesto progresos importantes en la gobernabilidad del país, ya que la recuperación se sostiene en tres factores: el fuerte aumento de las exportaciones a China, la ayuda financiera otorgada por Chávez -que ha sido completada con las medidas tomadas contra las empresas europeas- y la rápida concentración de poder en manos de Kirchner.

Si Argentina tuviera que inventar un nuevo modelo de desarrollo, éste debería ser más bien de tipo liberal, dada la importancia del comercio internacional en la economía y, sobre todo, dado que el futuro del país depende en gran medida de su capacidad de dotarse de élites políticas, administrativas y económicas que, aunque ha sido capaz de crear, no se ha preocupado por desarrollar.

Tampoco es posible, en el caso de Argentina, hablar de izquierda y derecha. La lógica de la situación avanza más bien hacia soluciones voluntaristas pero liberales, que no pueden ser equilibradas por la resistencia y la capacidad ampliada de decisión del presidente Kirchner.

A PESAR DE TODO, HAY OPTIMISMO EN EL CONTINENTE
Nadie puede asegurar el triunfo o el fracaso de América Latina. Por el momento, el retorno de la fe ha hecho que en muchos países se consolide, a pesar de las inmensas dificultades, un clima si no eufórico, al menos moderadamente optimista. En todo caso, en América Latina se percibe una confianza en el futuro que no existe hoy en ninguna otra parte, salvo en España. Y en ese sentido, la conclusión con la que desearía comprometerme, al menos en la medida de mi capacidad de análisis, es que sólo una radicalidad política mucho mayor que la del período reciente permitirá a los países latinoamericanos escapar de dos aparentes soluciones que en realidad conllevan un gran peligro. Por un lado, un gobierno de élites liberales apoyadas en una economía mundial globalizada. Y por el otro, lo que se podría llamar una “ilusión neocastrista”.

Esta conclusión más bien inquietante no se contradice con la imagen que tiene de sí mismo un país importante del continente: Chile, que se siente cada vez menos perteneciente a América Latina y que espera, de acuerdo con la célebre frase del ex-Presidente Ricardo Lagos, enriquecerse con el comercio entre el Este y el Oeste del mundo, como alguna vez lo hiciera la República de Venecia.

Ésta es una alternativa extrema para una de las soluciones posibles, la de la globalización exitosa. La otra es la que, pese a su fragilidad, toma forma en Bolivia. Hoy me parece imposible definir otras soluciones posibles entre estas dos tendencias profundamente opuestas.